Máximo Thomsen rompió el silencio: "Quiero pedir disculpas"

El principal acusado por la muerte de Fernando Báez Sosa, pidió perdón y dijo que su intención nunca fue matar.

En la jornada de este lunes, Máximo Thomsen, el principal apuntado por la muerte de Fernando Báez Sosa, declaró ante la justicia sobre todo lo sucedido en la noche del asesinato. 

Uno de los jóvenes sobreseídos aseguró que los rugbiers le dan "vergüenza" y los complicó aún más

Lo primero que hizo, fue pedir disculpas y aclarar que nunca tuvo intenciones de matar a alguien. "Jamás en la vida se me hubiera ocurrido matar a alguien. Escuché cosas de mí durante estos años que dijeron de mí y no me reconocía en ellas. Quería dar hoy la realidad de lo que pasó ese día".

Máximo Thomsen rompió el silencio por primera vez. 

Entre lágrimas, Thomsen, dijo que todo ocurrió en un "abrir y cerrar de ojos". Y que él se metió en una pelea en donde "tiré una o dos patadas".

En la cronología de lo sucedido, Thomsen describió cómo fue la noche en el boliche Le Brique.

"Había tanta gente que se te volcaba el vaso. Me puse contra la barra y cubría a mi amigo y la chica".

Los rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa. 

"De repente escucho que alguien me dice basta de empujar, y alguien me responde estamos todos en la misma, no nos podemos mover. Yo digo que no pasa nada y cuando termino de decir eso, un amigo me toca la espalda y le veo que tenía un chichón", remarcó.

Uno de los rugbiers sobreseídos entró a declarar y anticipó que busca "Justicia por Fernando"

Y añadió: "De repente un seguridad lo estaba levantando, y le pido que lo deje, y el seguridad me dice que también me vaya. Yo me pongo a preguntar por qué me sacan si no hice nada".

A continuación, Thomsen, cuando ya estaba afuera, donde ocurrió la agresión a Fernando Báez Sosa, que le participó una pelea donde estaban sus amigos y que solo tiró una o dos patadas, sin imaginar, el resultado de las mismas. 

Thomsen dijo que al salir del boliche "Le Brique" sintió que le "pegan una piña en la cara" y que él reaccionó "tirando patadas", aunque no sabe "a quién" ni "dónde", y reiteró que "jamás" tuvo "intenciones de matar a nadie". "Estoy seguro que una o dos patadas he pegado" dijo, y reconoció que la zapatilla marcada con sangre de Fernando, es de él. 

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