Su abuela murió de Covid y para no contarle a su familia convivió 6 meses con su cadáver
María. J. era una jubilada de 89 años que vivía con su nieto de 24 años de edad en Caseros, provincia de Buenos Aires. Tras días de no poder comunicarse con ninguno de los dos, la familia, acudió al domicilio donde se encontró con la terrible escena: el cuerpo de la mujer sin vida y en descomposición.
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El martes pasado por la mañana, se hicieron presentes en la casa pero la puerta de ingreso estaba trabada por dentro. Así fue que se comunicaron con la policía quiénes forzaron la cerradura e ingresaron a la vivienda.
La escena en el interior de la casa era dantesca. Pero lo cierto, es que antes de entrar, al lado de la puerta, había un sobre de papel madera que decía: "NO ENTRES LAURA. LLAMA AL 911. LEEME". A la escena la complementaba un olor nauseabundo penetrante que emanaba del interior. "La casa era literalmente un chiquero. Basura por todos lados, mucha suciedad. Evidentemente no había sido limpiada en meses", asegura una fuente con acceso al expediente.
El resto de la casa estaba vacía. El nieto no estaba y su celular apagado. La respuesta a la desaparición estaba en el sobre de papel madera que encontraron al ingreso y que en el interior contenía una carta manuscrita por el chico, a la que pudo acceder Infobae.
"No entres a la pieza y llama al 911. La abuela murió hace unos meses atrás y no sabía cómo decirles. Aparentemente contrajo coronavirus. Un día la encontré media caída y le dije que vaya al médico pero al ser tan tarde no quería. Esa misma noche levantó temperatura y la encontré tirada en el piso (habíamos arreglado para ir al médico temprano al día siguiente)", dice el documento. En esta primera parte el joven intentó explicarle al resto de su familia cómo murió su abuela y luego relató sus motivos de porque no avisó a nadie lo que había sucedido
"Posponía los días (para contarles) porque no sabía cómo decirlo. Decidí irme. Espero que algún día me perdonen. Toda la mugre que ves en la casa se acumuló luego de la muerte de la abuela. Me gustaría contarles como fue todo pero no puedo", escribió.
Lo cierto, es que su familia contó a la justicia, que el joven se había mudado con su abuela a principios de este año. Como su trabajo era en modo home office podía cuidar y ayudar a la mujer.
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Aclararon también que desde ese momento, nadie más de la familia fue a visitar a María por miedo a contagiarla de COVID y que el contacto para quedarse tranquilos de que todo estaba bien era con el joven. "Lo llamábamos y nos decía que todo marchaba bien, que la abuela andaba normal. Nunca notamos nada extraño en su voz. Incluso lo vimos en persona algunos días que vino a visitarnos él a nosotros y no sospechamos nada", le dijo una de las hijas al fiscal.
La madre de A. explicó que algunos días atrás su hijo le pidió prestados 13 mil pesos para pagar una deuda. También dijo que probablemente ese dinero lo utilizó para viajar a Chascomús donde tiene a sus amigos. No se equivocaba.
Algunas horas después del hallazgo del cuerpo, A. se presentó en la Departamental de 3 de Febrero. Le dijo a los policías que efectivamente había ido a Chascomús pero que había vuelto porque se quedó sin plata, según publicó el sitio Primer Plano. No tardó mucho en reencontrarse con su familia.
Por el momento la causa está calificada como averiguación de causales de muerte y el chico no quedó imputado ni detenido. Sin embargo, el fiscal Ignacio Correa analiza si detrás del caso puede haber algún tipo de abandono de persona.
Lo cierto es que la hipótesis que ronda en la cabeza de los investigadores coincide con la versión del nieto: que su abuela murió de COVID, no se animó a decirle a nadie y convivió con el cadáver seis meses hasta que dejó la casa.