¿Se pueden congelar los quesos?: cuáles sí y cuáles no

La respuesta ante la gran duda de que si se puede congelar el queso, es que sí, pero depende de cual, ya que hay muchos tipos. Siempre es preferible comer queso fresco, pero si se te fue la mano con la compra, congelarlo es una buena forma de conservarlo para comértelo más adelante.

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En general, el queso en bloques como el cheddar, el parmesano o el queso de cabra se congelan mucho mejor que los quesos blandos o frescos. Estos quesos se pueden mandar al freezer, pero es mejor rallarlos antes y meterlos en una bolsita especial con cierre hermético.

Una vez congelado, puedes sacar el queso rallado del congelador y echárselo directamente al plato siempre que lo necesites. Puedes congelar quesos de pasta dura o semidura, pero la realidad es que es mejor no congelar quesos de pasta blanda.

Aunque es importante tener en cuenta que algunos de los quesos que no se deben congelar son el brie, el camembert, el queso crema y las versiones con bajo contenido en grasa que venden en el supermercado.

También es muy aconsejable no congelar el queso en su envase original, sino envolverlo en papel de horno. Antes de comerte el queso congelado, descongélalo completamente y déjalo a temperatura ambiente para que no se altere su sabor.

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Cabe destacar que una vez congelado, el queso pierde humedad y parte de su consistencia, por lo que al descongelarlo se vuelve más seco y quebradizo. El queso se puede conservar casi seis meses en el congelador y no es aconsejable conservarlo durante más de ese tiempo.