Julieta Poggio intentó hacer un truco en vivo y tuvo un insólito accidente

La ex participante de Gran Hermano, Julieta Poggio, fue el centro de atención tras un inesperado incidente durante la transmisión de Rumis (La casa), un programa de streaming que conduce junto a Lizardo Ponce y Lola Latorre. Lo que comenzó como una demostración de trucos curiosos terminó con risas nerviosas y una carilla dental dañada.

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Durante el programa, Poggio mostró inicialmente un truco con los dedos, explicando por qué no se puede separar el dedo medio de ambas manos al juntarlos y doblarlos. Aunque el gesto sorprendió a sus compañeros, lo que más llamó la atención fue su siguiente demostración. Julieta afirmó que podía "dar vuelta su tabique nasal y volverlo a su lugar", lo que generó asombro y algo de inquietud entre los presentes.

Realizó el truco varias veces, acompañándolo de un sonido que simulaba el crujido de un hueso. A pesar de que le pidieron detenerse, explicó que podía hacerlo porque tenía "la nariz muy blandita". Finalmente, confesó que todo era una broma y reveló cómo lograba el efecto: golpeaba el interior de sus dientes delanteros con los pulgares para crear el sonido.

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El humor dio paso al desconcierto cuando, al intentar demostrar nuevamente el truco, Julieta notó que uno de sus dientes había resultado afectado. "Ay, creo que me saqué un pedazo de carilla", comentó entre risas nerviosas y sorpresa, mientras sus compañeros intentaban consolarla.

La modelo explicó que, aunque sus dientes son originales, utiliza carillas en los bordes, lo que habría facilitado la fractura. Este percance generó preocupación adicional, ya que no tendría tiempo para visitar al odontólogo antes de embarcarse en un próximo viaje.

 Poggio acababa de regresar de Tailandia, donde compartió estadía con figuras como Carolina Pampita Ardohain, Jimena Barón, Zaira Nara y Stephanie Demner.

El incidente no pasó desapercibido en redes sociales, donde el momento fue ampliamente comentado. Poggio, fiel a su estilo, tomó el episodio con humor, pero quedó demostrado que incluso los trucos más simples pueden salir mal cuando se juega demasiado con ellos.