¿Se vienen nuevas restricciones? Qué variables analiza el Gobierno
El próximo 31 de agosto vence en la provincia el decreto que reinstauró las prohibiciones de hacer reuniones familiares y volvió al cierre de bares, debido al crecimiento en los últimos días, del número de casos de coronaviruis en toda la provincia.
Lo cierto es que Rodolfo Suarez deberá definir cómo siguen las restricciones, a partir de esa fecha.
En ese sentido, las variables que analiza el gobierno para endurecer o no las restricciones son dos. Una de ellas es el índice de ocupación de camas de terapia en los hospitales y la otra es la tasa de letalidad.
Detectan más de 15 casos de coronavirus en un geriátrico del Unimev
Ayer en Mendoza se registraron 7 muertes por Covid-19, lo que iguala el mayor número que se había registrado en un día y hasta el momento en la provincia, hay 107 fallecidos, sobre un total de 5.585 contagiados. Esto es, un índice de letalidad del 1.91.
En ese sentido, el gobernador Suarez, sigue apuntando a la responsabilidad individual por sobre a imponer nuevas restricciones.
Así lo dejó ver este martes, en ocasión del acto en el que el presidente Alberto Fernández anunció la reactivación de la obra de variante de Palmira. "Yo creo que la solución no es endurecer las medidas sino cuidarnos cada uno de nosotros y tener conciencia cada uno en el cuidado, porque si nosotros endurecemos las medidas con normas rígidas y no se cumplen estamos en la misma situación", expresó el gobernador.
Lo cierto es que hasta el momento, la provincia se encuentra en quinto lugar, en el ránking de provincias con más contagios a nivel país. La superan: provincia de Buenos Aires (224 mil casos), Ciudad de Buenos Aires (140 mil), Jujuy (6632) y Córdoba (6397).
Lo que deberá definir es el ejecutivo, es cómo actuar ante una sociedad que comienza a activarse, cuestión que genera que comience a circular en mayor cantidad por las calles lo que se traduce en un mayor número de casos diarios.
Solo en el día de ayer se produjeron 307 nuevos casos, lo que demuestra que la curva no solo no cede, sino que aumenta, en consonancia con el aumento de gente en las calles.