Psicosis, demencia y metanfetaminas: las razones por las que Fergie se alejó de los escenarios
Durante los años de la década de los 2000, una de las bandas que más resonó fue sin dudas Black Eyed Peas, de la cual Stacey Ann Ferguson, más conocida como Fergie fue la única voz femenina. Reconocida a nivel mundial por su talento y su belleza, la bellísima rubia un día abandonó los escenarios, los estudios de grabación y toda la carrera artística. Aunque las razones se empezaron a conocer después.
Hace unos años atrás, la banda estadounidense volvió a juntarse, pero esta vez faltaba la única integrante mujer. Es por ello que comenzaron a volver a grabar álbumes los tres integrantes que quedaban.
Lo que sucedió fue que Fergie comenzó a tener problemas de adicción que ya no pudo controlar por lo que debió buscar ayuda.
Todo comenzó cuando tenía 9 años y comenzó a trabajar en un programa de televisión infantil. "Cuando eres un niño trabajador tienes que ser profesional. Te enseñan a no tener berrinches, a siempre complacer a los demás... Aprendes a reprimir tus sentimientos. Esa es una de las razones por las que caí en las drogas más adelante", relató a The Sunday Times.
Pero a la TV luego le siguió la música, por lo que en los 90, tras haber participado en varios shows infantiles, decidió formar la banda Wild Orchid junto a Stefanie Ridel y Renee Sandstrom, sus amigas de aquel entonces, y aunque tuvieron algo de éxito, el grupo se disolvió en 2001.
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Para ese entonces Fergie empezó a consumir metanfetaminas, luego entró a la banda con los Black Eyed Peas, en 2002 y obtuvo fama mundial.
"Fue mi punto más bajo, sufría de psicosis y demencia inducidas químicamente. Alucinaba a diario. Me llevó un año dejar de tomar esa droga y que los químicos que había mi cerebro se calmaran. Después dejé de ver cosas. Solo estaba sentada, viendo una abeja o un conejito al azar", había relatado a INews en 2017.
Y agregó: "Al principio intentaron echarme, porque me estaba moviendo por los pasillos de manera loca. Pensé que había una cámara de rayos infrarrojos en la iglesia tratando de verificar mi cuerpo. Pasé corriendo por el altar hacia un pasillo y dos personas me perseguían".
"Recuerdo haber pensado: 'Si camino por fuera, y el equipo SWAT está por ahí, tenía razón todo el tiempo. Pero si no están ahí, entonces son las drogas las que me hacen ver las cosas y terminaré en una institución. Y si realmente son las drogas, de todos modos, no quiero vivir así más de esta manera'", puntualizó la cantante.
Sin embargo, con algo de tristeza relató: "Obviamente no había un equipo SWAT, estaba yo sola en el estacionamiento. Fue un momento de liberación. Lo de las drogas, fue muy divertido... hasta que no lo fue".
Por otra parte, recuerda que su estado fue muy crítico, ya que llegó a pesar poco más de 40 kilos, tal como confesó en una charla con Oprah Winfrey. "Pero doy gracias todos los días de que me pasara a mí. Porque esa es mi fortaleza, mi fe, mi esperanza para algo mejor", aseguró.
Afortunadamente, llegó el tiempo de la recuperación. Hizo terapia y logró superar las adicciones. Más cerca en el tiempo, en 2013, tuvo una hija con el actor Josh Duhamel, con quien se casó en 2009 (se terminaron separando en 2017).