Durmió en aeropuertos y vivió de prestado: la dura historia de Podoroska, semifinalista de Roland Garros
La argentina Nadia Podoroska vive días soñados. Este martes, en una actuación que ya entró en la historia del tenis argentino, venció a la ucraniana Elina Svitolina 6-2 y 6-4 y se metió en las semifinales de Roland Garros, uno de los Grand Slam más importantes del tenis.
Sin embargo, antes de llegar a este momento, como en tantas historias de deportistas de alto rendimiento, la rosarina tuvo que pasar y superar muchísimas barreras.
Nadia empezó a jugar al tenis desde muy chiquita en el club Fisherton de Rosario, donde Luciana Aymar, la mejor jugadora de la historia de hockey sobre césped, era toda una referente.
Antes de cumplir 15 años logró entrar en el ranking profesional como la segunda argentina más joven en hacerlo detrás de, nada menos, Gabriela Sabatini.
Preocupación por un campeón del mundo muy querido contagiado de coronavirurs
Cuando llegó al puesto 191 del ranking aparecieron las lesiones que la llevaron a estar muy cerca de dejar el tenis. Lesiones en la mano derecha, en la espalda y la cadera.
Luego de superar esas lesiones decidió irse a vivir a España para estar más cerca de los torneos y no tener que viajar tanto desde Argentina.
A Podoroska nunca le sobró la plata. De hecho, en España vivió mucho tiempo de prestada en casas de amigas, colegas y hasta de un entrenador.
Diego Maradona y un "resultado negativo" que trae alivio
Recién en 2019 consiguió una beca del ENARD después de la medalla de oro que ganó en los Juegos Panamericanos de Lima. Ese ingresó le generó un alivio en sus cuentas.
"Ojalá pueda conseguir sponsors; estoy en una situación muy delicada", dijo en esos días. Como habrá sido esa situación que la ahora semifinalista de Roland Garros tuvo que dormir muchas veces en aeropuertos para ahorrarse una noche de hotel.
Hasta que llegó este soñado 2020, donde logró brillar en el polvo de ladrillo donde todo tenista argentino sueña con ganar. A esta altura, el premio económico que recibirá la tenista rosarina ya es más que todo lo que ganó a lo largo de su carrera. Bien merecido lo tiene.