Uno de los rugbiers quebró el pacto de silencio: "No entiendo por qué...."
Blas Cinalli, uno de los ocho rugbiers que fue condenado días atrás por el salvaje hecho de sangre del que fue víctima Fernando Báez Sosa, este viernes dialogó con Crónica y aseguró que no existió un plan para terminar con la vida del joven de joven de 18 años en Villa Gesell.
"No ideamos un plan para matar a Fernando (Báez Sosa). No hubo roles, eso nunca existió", dijo Cinalli.
El detalle clasista que empeoró la convivencia de los rugbiers en la cárcel
Además, el rugbier dijo que él junto a Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi están "distanciados" del resto de los otros apuntados por la Justicia.
"Ayrton, Lucas y yo estamos un poco distanciados de los otros chicos", agregó.
Desde la Alcaidía de Melchor Romero, donde fue derivado tras haber recibido la condena a 15 años de cárcel por su participación en el salvaje crimen Fernando Báez Sosa, Blas Cinalli se comunicó con la prensa para pedir que "dejen de hablar pestes" de sus amigos, y dijo que está "un poco distanciado" de los cinco rugbiers que fueron condenados a prisión perpetua.
Cinalli, de 21 años, hizo llegar algunos mensajes de texto al medio citado, y los colegas diciendo publicarlos este viernes al mediodía. En uno de los chats pidió: "Hola. Quería decirte si nos harías el favor de dejar de hablar pestes de mí y de cada uno de mis amigos, ya que nadie ni ninguno de todos nosotros te faltamos el respeto a vos".
"No entiendo por qué tienen tanto odio hacia nosotros", remarcó el joven oriundo de Zárate mientras observaba el tratamiento del juicio a través de una pantalla de televisión.
"Perdón ya pedimos, seguro no se soluciona nada con eso pero al menos pedimos perdón por este hecho que pasó, nos escrachan por todos lados. Dejen vivir, no tenemos vida, viven hablando mal de nosotros. Cortenla, pagar ya estamos pagando desde el primer día", sentenció.
En fotos: así es el Melchor Romero, el penal en el que por ahora pasan sus días los rugbiers
Por otra parte, remarcó: "Es hora de que este odio inmenso se termine".
"Sí, obviamente fue un hecho horrible, pero yo creo que nosotros ya estamos pagando desde el día uno", añadió respecto del momento de enero de 2020 cuando el grupo de Zárate se vio rodeado por policías de la bonaerense en la casa que alquilaron en Villa Gesell.
"Yo sólo quiero que la gente sepa eso, y que ninguno de nosotros ideó un plan para matar a ninguna persona. No hubo roles, esas cosas nunca existieron. No quiero que me quieran pero sí quiero dejar de recibir tantos insultos y me haría muy bien que estos mensajes los vea la gente", resumió Cinalli, que ya había hecho declaraciones parecidas durante el juicio que se llevó a cabo en Dolores.