Un nene de 13 años mató de un escopetazo a su amigo e investigan si se trató de un accidente
Un aberrante hecho se dio en la provincia de Misiones, cuando un niño de 13 años mató a su amigo de 16 de un escopetazo. Los motivos que llevaron al joven a disparar el arma están muy lejos de estar claros para los investigadores, que buscan determinar si se trató de una fatalidad o hubo un móvil.
El hecho se dio en una casa de la localidad misionera de Andresito, informaron fuentes policiales. Según los investigadores, fue cerca de las 22 del miércoles dentro de una vivienda del paraje Deseado, en el norte de la provincia.
El niño que disparó la escopeta quedó a disposición de la justicia de menores.
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Alertados por vecinos, efectivos de la comisaría de la Unidad Regional V llegaron al lugar y constataron la muerte de un muchacho. Luego, la División Criminalística se encargó de preservar la escena y secuestró el arma utilizada.
La madre del niño de 13 años y cuidadora de la finca le dijo a la Policía que su hijo se encontraba manipulando el arma en un dormitorio de la vivienda y que accidentalmente le habría efectuado un disparo en la cabeza a su amigo.
Los investigadores intentan determinar si esa versión es verosímil.
El Juzgado Correccional y de Menores de Eldorado intervino en la causa, dispuso ante los progenitores del autor del disparo la notificación de la causa por homicidio y que permanezca detenido hasta mañana, cuando deba prestar declaración indagatoria. El cuerpo de la víctima fue entregado a sus padres para el velatorio y posterior inhumación.
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Lo ocurrido vuelve a poner en relieve una evidencia abrumadora: la gran mayoría de las muertes accidentales de niños que reciben disparos tienen lugar en los hogares. El 50% en la casa de la víctima y otro 40% en lo de algún pariente o amigo.
La mera presencia de un arma de fuego en el ámbito doméstico aumenta notablemente las posibilidades de que alguien salga lastimado.