Reservas "precariamente bajas" y "falta de acceso a mercados": el crudo informe del FMI sobre Argentina
El Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió su Reporte del Sector Externo, en el cual brinda recomendaciones para estabilizar la situación macroeconómica de Argentina.
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En medio de las negociaciones entre el equipo económico argentino y los técnicos del FMI en Washington, se busca alcanzar un acuerdo en la reconfiguración de metas y desembolsos para el programa vigente.
El informe del FMI reconoce que Argentina enfrenta "elevadas vulnerabilidades de la deuda externa, reservas internacionales precariamente bajas y falta de acceso a los mercados internacionales de capital".
Ante este panorama, el FMI sugiere que el país debe avanzar hacia un régimen cambiario simplificado, acompañado de una disciplina fiscal y una política monetaria restrictiva para lograr una acumulación de reservas que permita hacer frente a la deuda externa y mejorar la sostenibilidad externa.
Hoy, en Argentina existen 18 tipos de cambios distintos del dólar según el sector al que esté destinado, lo que representa una traba para las negociaciones con el FMI.
El Fondo resalta la importancia de implementar políticas macroeconómicas prudentes para fortalecer la cuenta corriente externa y la cobertura de reservas, asegurando así la sostenibilidad fiscal y externa.
Para lograr estos objetivos, se propone una consolidación fiscal favorable al crecimiento, una política monetaria restrictiva y un régimen cambiario simplificado que modere el crecimiento de la demanda interna y fortalezca la balanza comercial.
El informe también destaca la necesidad de llevar a cabo reformas estructurales que impulsen la capacidad exportadora de Argentina y fomenten la inversión extranjera directa.
Se menciona que, a medida que se restablezca la estabilidad y la confianza, se podrían considerar medidas graduales para flexibilizar el mercado cambiario y eliminar las prácticas de monedas múltiples y las restricciones cambiarias.
En cuanto a la cuenta corriente, se espera que alcance un superávit en 2023, a pesar de las condiciones de sequía que afectan las exportaciones agrícolas, debido a la moderación de la demanda interna, la mejora de la relación de intercambio de productos básicos y el aumento de los ingresos por intereses de los activos privados argentinos en el extranjero.
El FMI reconoce que los controles cambiarios han contenido las salidas de capital, pero advierte que han introducido distorsiones que desalientan el comercio y la inversión extranjera.
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Aunque entiende que son necesarios a corto plazo, se insta a que sean eliminados gradualmente para fomentar la inversión extranjera directa y se recalca la importancia de implementar políticas fiscales y monetarias más estrictas para garantizar los superávits comerciales previstos y mejorar la cobertura de reservas.
El informe concluye que, debido a la escasez de reservas, las ventas de divisas deben ser coherentes con los objetivos de acumulación de reservas, teniendo en cuenta factores estacionales y episodios temporales de volatilidad excesiva.