Preocupante: qué dice un estudio argentino sobre la eficacia del plasma en pacientes graves

Una investigación nacional reveló que el tratamiento de plasma convaleciente de pacientes de coronavirus no funcionó como se esperaba.

Si bien estaba instalado que su uso salvaba vidas, el plasma de convalecientes de Covid-19 aún no tenía el respaldo científico para determinar con certeza con qué grado de efectividad puede convertirse en un tratamiento comprobado.

Lo cierto es que el primer trabajo realizado en profundidad no arrojó los resultados esperados sobre su eficacia.

"Los resultados del estudio PlasmAr muestran que entre los pacientes hospitalizados con neumonía por Covid-19 con criterios de gravedad el uso de plasma de convalecientes no produjo un beneficio clínico significativo a los 7, 14 o 30 días de seguimiento en comparación con el uso de placebo", dice la información de prensa filtrada en redes sociales, pese a que había una convocatoria a periodistas para mañana, donde los médicos darán más detalles, según confirmó La Nación.

El trabajo fue hecho por un grupo de investigadores argentinos del Hospital Italiano de Buenos Aires y otros once hospitales del país, y es la primera investigación hecha en todo el mundo con los debidos requerimientos de la mejor prueba médica científica. 

El trabajo se hizo en 334 pacientes, de los cuales a 222 se les dio plasma y a los demás, una solución salina; el promedio de edad fue de 62 años con un 68% de hombres.

Impactante: ya hay más de 43 millones de afectados por Covid-19

Lo cierto es el resto de los detalles técnicos serán publicados en las próximas semanas, primero mediante la opción conocida como preprint y luego posiblemente en una de las revistas de medicina más importante del mundo: The New England Journal of Medicine.

El plasma de convaleciente, es decir, de personas que tuvieron la enfermedad y se recuperaron, fue uno de los primeros tratamientos para el Covid usados, porque funciona para otras enfermedades infecciosas con éxito (por ejemplo, la fiebre hemorrágica argentina). Y se basa en la idea de que los anticuerpos de una persona pueden responder en otra hasta que se genera la respuesta inmunológica propia.

Pero, por raro que parezca y a más de nueve meses de aparecer el nuevo coronavirus, aún no existía un trabajo así de completo como el llevado a cabo por el equipo argentino, pese a que diversos estados de todo el mundo han gastado millones de dólares en la promoción y el uso del plasma como si se tratara de un tratamiento convencional y aprobado. Hasta ahora sólo había de los llamados "estudios observacionales", en los que no es posible medir qué hubiera pasado con el paciente sin ese tratamiento. Ese sesgo es lo que busca eliminar los ensayos con placebo (una solución salina, en lugar del plasma) y "doble ciego" (ni el paciente ni el médico sabe qué da y recibe).


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