"Los nenes de la heladera no quieren jugar": el crimen de los dos hermanitos que horrorizó al país

En el verano de 1984, un doble homicidio infantil estremeció a la Argentina luego de que encontraran a Roberto y Fernando, dos hermanitos de 7 y 8 años sin vida dentro de una heladera de marca Siam, en la costa de Valeria del Mar, una pequeña localidad balnearia ubicada en el partido de Pinamar, Buenos Aires.

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Más atroz que cualquier película de terror, en la tarde del 17 de julio de ese año, un caballo blanco desbocado pasó corriendo por la casa de la familia Mondaque. Al verlo, los hermanitos corrieron detrás del equino para ver si ellos lo podían frenar.

Era una localidad muy pequeña, de pocos habitantes en la que todos se conocen. Sin embargo, después de correr tras el cuadrúpedo, sus papás no los volvieron a ver. Toda la comunidad los empezó a buscar sin ni siquiera un rastro que indicara algo sobre los pequeños.

La policía recorrió 350 manzanas y al menos 150 hectáreas de médanos antes de extenderse también a los pueblos vecinos. La desesperación por los padres hizo que ellos mismos investigaran junto las autoridades.

Una vecina aseguró que visto pasar a los hermanitos Mondaque por la avenida que une el centro de Valeria con la Ruta 11, junto con un joven de unos 20 años "mal entrazado". Mientras que un parapsicólogo intervino en la pesquisa y aseguró: "No busquen más, detengan todos los rastrillajes. Los niños no se encuentran a más de cincuenta metros de su casa, eso es todo lo que percibo".

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El 5 de agosto, ya a 19 días de la desaparición, una familia que estaba terminando sus vacaciones en Valeria del Mar descubrió la escena más horrible de todas, cuando su hija más pequeña le aseguró a sus padres que estaba enojada "porque los niños de la heladera no querían jugar".

Asustado por lo que le decía, el padre abrió la Siam abandonada y a Roberto y Fernando Mondaque sin vida juntos. Los hermanitos estaban desnudos y con muchos signos de haber sido golpeados.

La estremecedora historia se volvió aún más aberrante cuando los forenses dieron los resultados de las autopsias: ambos niños llevaban 12 días fallecidos dentro de la heladera, habían sido golpeados, torturados y abusados sexualmente durante 7 días.

Pero el dato más terrorífico de todos fue que Roberto, el mayor de los chiquitos, aún estaba vivo cuando lo metieron en el electrodoméstico y murió por asfixia.

Por el doble crimen, la justicia detuvo en Mar del Plata a un joven albañil de 19 años llamado Matías Escobar, después de que un grupo de vecinos lo denunciara por irrumpir en una casa.

Cuando lo llevaron a la comisaría aseguró que estaba prófugo, junto a dos hombres: "Nos escapamos porque matamos a dos nenes en Valeria del Mar".

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Cuando los investigadores descubrieron que no existían los otros dos sujetos, Escobar fue derivado al hospital neuropsiquiátrico de Melchor Romero, donde fue sometido a pericias psicológicas y psiquiátricas.

Los médicos que lo revisaron lo declararon insano e inimputable y por el crimen nunca hubo justicia.