Las razones por las que el presidente Milei confirmó que no participará de la cumbre del Mercosur

Las declaraciones del presidente argentino sobre el jefe de Estado de Brasil serían la causa por la que Milei rechazó viajar a Paraguay.

Debido al conflicto con el presidente de Brasil, Lula da Silva, el presidente argentino Javier Milei confirmó que no asistirá a la cumbre del Mercosur, que se celebrará el próximo lunes 8 de julio en Asunción, Paraguay. 

Los enfrentamientos entre Milei y Da Silva han generado un clima de tensión en las relaciones diplomáticas entre ambos países, afectando directamente las labores conjuntas planificadas en el Mercosur, del cual tanto Argentina como Brasil son miembros fundamentales.

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Las acusaciones de Milei hacia Lula da Silva llevaron al Gobierno de Brasil a exigir disculpas públicas. Sin embargo, Milei respondió con firmeza: "Las cosas que yo dije son ciertas. ¿Cuáles son los problemas? ¿Que le dije corrupto? ¿Y acaso no fue preso por corrupción? ¿Y que le dije comunista? ¿Y acaso no es comunista?", declaró en una entrevista televisiva.

El libertario ha tenido varios cruces verbales con el presidente de Brasil, Lula da Silva.

Las críticas de Milei a Lula da Silva no son nuevas; desde sus inicios en la política, Milei se alineó con la corriente política de Jair Bolsonaro, el expresidente de Brasil y opositor ideológico de Da Silva. Esta buena relación con Bolsonaro se evidenció en la presencia del expresidente brasileño en la asunción de Milei como presidente argentino.

En cuanto al Mercosur, Javier Milei siempre ha mostrado reticencia hacia el organismo. Durante su campaña en agosto de 2023, definió al Mercosur como una "unión aduanera defectuosa que perjudica a los argentinos de bien" y expresó su deseo de eliminarlo.

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La cumbre de julio, la primera desde 2022, abordará temas como la contribución conjunta al desarrollo sostenible y equitativo de los países sudamericanos, el impulso de políticas que promuevan la igualdad, la inclusión y la protección de los Derechos Humanos, y la generación de espacios de diálogo para fortalecer la democracia y la gobernanza regional, entre otros.

Uno de los puntos más importantes será el traspaso de la presidencia rotativa del Mercosur, que pasará de Paraguay a Uruguay, siguiendo lo establecido por el organismo en su sistema de presidencia Pro Tempore.

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