La dura respuesta que recibió Villarruel por criticar la política de Malvinas: "En el psicólogo"

Desde el círculo cercano del Presidente defenestraron a la Vicepresidenta por cuestionar el plan de recuperación de las islas.

Nicolás Márquez, biógrafo del presidente Javier Milei, generó controversia al afirmar que los asuntos "familiares" deben resolverse en terapia, en respuesta a las críticas de la vicepresidenta Victoria Villarruel al acuerdo firmado entre la canciller argentina, Diana Mondino, y su par británico, David Lammy, para acercar posiciones en el conflicto por las Islas Malvinas.

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Villarruel, conocida por su postura firme en torno a la soberanía sobre Malvinas, expresó su malestar en redes sociales tras conocerse el acuerdo. "Todos saben lo que representa Malvinas para mí y que ese es mi límite. La propuesta de acuerdo anunciada con el Reino Unido es contraria a los intereses de nuestra Nación", afirmó la vicepresidenta, haciendo referencia al compromiso de cooperación entre ambos países. 

Agregó que el acuerdo "propone entregar apoyo logístico continental a la ocupación y permitir de hecho que sigan depredando nuestros mares", cuestionando si el objetivo es "visitar nuestras islas con visa y pasaporte".

Márquez, sin embargo, respondió rápidamente desde su cuenta en X (antes Twitter), señalando que "los temas personales/familiares se solucionan en el psicólogo y no ejerciendo el poder", sugiriendo que la vicepresidenta podría estar priorizando cuestiones emocionales sobre decisiones de Estado. 

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Comparó la situación con un ejemplo personal: "Si mi padre fue sodero y luego yo llego al poder, no tiene por qué ser un asunto prioritario de Estado aumentarle el sueldo a los soderos".

Además, Márquez destacó su defensa histórica de las Fuerzas Armadas, mencionando que sus primeros libros sobre el tema fueron publicados en 2004. Su postura generó un debate interno en el gobierno, que ya atraviesa un momento de tensión por el delicado tema de las relaciones diplomáticas con el Reino Unido.

Mientras tanto, el acuerdo firmado en Nueva York sigue siendo objeto de discusión, tanto dentro del oficialismo como en la opinión pública.

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