Imputaron a una importante figura K por la muerte de Alberto Nisman

El exfuncionario es investigado por presunto encubrimiento en la averiguación sobre la muerte del fiscal a cargo del caso AMIA.

El exministro de Seguridad, Sergio Berni, fue imputado en una causa paralela vinculada al asesinato del fiscal Alberto Nisman. La investigación busca determinar si las acciones de Berni y otros funcionarios alteraron la escena del crimen al momento de la llegada de las autoridades.

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La imputación también alcanza a Darío Ruiz, entonces segundo al mando en el Ministerio de Seguridad, y a altos mandos de la Policía Federal y la Prefectura. Según la denuncia presentada por Elisa "Lilita" Carrió, habría habido descontrol en la escena, con posible manipulación o destrucción de pruebas, lo que podría constituir un encubrimiento deliberado.

Sergio Berni fue imputado por la causa Nisman.

El fiscal a cargo investiga si las condiciones originales del lugar fueron alteradas, ya sea por el pisoteo de evidencias o la eliminación de pruebas cruciales. Este nuevo enfoque en la causa añade una capa de complejidad al caso Nisman, reavivando preguntas sobre el accionar de las fuerzas de seguridad y sus responsables políticos en un momento clave.

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En paralelo, en una causa por espionaje ilegal, surgió información que podría ser relevante para el caso. En los dispositivos incautados a Ariel Zanchetta, ex policía detenido por espionaje, se encontraron documentos que mencionan internas en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) relacionadas con la muerte de Nisman.

El fiscal Gerardo Pollicita, en coordinación con el juez Marcelo Martínez De Giorgi, decidió remitir estos documentos a los investigadores Julián Ercolini y Eduardo Taiano. Entre los nombres mencionados en el material figuran César Milani, ex jefe del Ejército; Fernando Pocino; y Antonio "Jaime" Stiuso, ex directivo de la SIDE, quien fue desplazado tras la conversión de ese organismo en la AFI durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

El informe, de unas 12 páginas, señala errores de seguridad en torno a la misteriosa muerte del fiscal y detalla operaciones de inteligencia supuestamente lideradas por Milani y Pocino. También menciona a empresarios, agentes de seguridad, hackers y figuras políticas como el senador Oscar Parrilli, quien dirigía la AFI en aquel entonces.

Una frase clave del informe resalta la importancia de las comunicaciones durante el fin de semana en que Nisman apareció muerto. Según trascendió, aquel día se registraron numerosas llamadas entre altos mandos de la SIDE que podrían arrojar luz sobre lo ocurrido.


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