Identificaron al hombre que mandó a matar al playero de Rosario

Alejandro Isaías Núñez, conocido como "Chucky Monedita", fue señalado como el responsable de los crímenes violentos que sacudieron a la ciudad de Rosario a principios de marzo. Estos delitos incluyen los asesinatos de dos taxistas, un colectivero y un playero.

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Chucky, de 27 años y oriundo del barrio Tablada, está encarcelado desde 2015, cumpliendo una condena de 15 años y 6 meses por homicidio y otros delitos como portación de armas. 

Inicialmente fue miembro de la banda de Guillermo "Torombolo" Pérez, sucediendo a su hermano mayor Marcelo "Monedita" Núñez, quien fue asesinado a los 17 años en 2007 durante una disputa por el control del narcomenudeo.

Después de una breve estancia en la cárcel de Coronda, Chucky pasó la mayor parte de su tiempo en la Unidad 11 de Piñero, donde desarrolló fuertes lazos con el capo narco Esteban Lindor Alvarado.

Sus conexiones en el barrio Tablada le permitieron ofrecer su "mano de obra" a individuos peligrosos como Mauricio "Caníbal" Laferrara, quien escapó de la cárcel de Devoto en octubre y está condenado a cadena perpetua por seis asesinatos.

Durante su tiempo con "Caníbal", Chucky fue acusado de liderar una asociación ilícita que planificó el asesinato del mecánico Carlos Argüelles en octubre de 2020. Argüelles fue un testigo clave en el juicio contra Esteban Alvarado.

En diciembre de 2023, la Fiscalía Federal inició un proceso legal contra Chucky por dirigir una organización de narcomenudeo en Tablada y Villa Gobernador Gálvez, según informó El Ciudadano.

Los delitos se cometieron desde la cárcel de Piñero mediante órdenes dadas por teléfono a sus "soldaditos". 

En el Centro de Justicia Penal de Rosario se determinó que Chucky ordenó los asesinatos de marzo desde prisión y que pagó entre 200 y 400 mil pesos a adolescentes sicarios para ejecutar los crímenes.

El fiscal Patricio Saldutti descubrió que los asesinos de los taxistas Héctor Raúl Figueroa y Diego Alejandro Celentano, del colectivero Marcos Iván Daloia y del playero Bruno Bussanich recibieron pagos por sus acciones. Chucky confió la ejecución del plan a su pareja, Brenda Pared, quien está bajo arresto domiciliario por cargos de drogas y es su única visita autorizada en prisión.

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Ella distribuyó armas a sicarios junto a cómplices como Macarena Muñoz y su pareja, Gustavo Márquez, quienes contrataron a dos menores para asesinar a los taxistas. Según un testigo anónimo, el asesino de Celentano fue el mismo que mató a Figueroa y Bussanich.

Dentro de la cárcel, Chucky se consolidó como "jefe de asociación ilícita" y administrador de búnkeres, de acuerdo a lo informado por un medio rosarino.