Fingió ser secuestrado junto a su novia y le pidió una millonaria suma a su suegro por el rescate

Un falso secuestro sacudió a la localidad de Lanús, cuando una pareja joven fue aparentemente secuestrada mientras se dirigía al shopping Alto Avellaneda. Lo que parecía un secuestro extorsivo resultó ser una trama orquestada por el novio de la adolescente y varios cómplices, con el fin de obtener un cuantioso rescate.

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Todo comenzó cuando Santino de Gregorio, de 19 años, pidió un vehículo a través de la aplicación Uber. Sin embargo, canceló el viaje a los pocos minutos y, en lugar de solicitar otro, coordinó con sus cómplices para que los pasaran a buscar en una Volkswagen Suran. Del baúl del auto, dos individuos salieron de repente, fingiendo ser captores que secuestraban a la pareja. La menor, de 17 años, no sabía que todo había sido planeado por su propio novio.

Los secuestradores se comunicaron con la familia de la adolescente, exigiendo un rescate de USD 500.000. Después de unas horas de negociación, la familia logró pagar una suma cercana a los USD 40.000 y cinco millones de pesos, lo que permitió la liberación de la pareja en la localidad de Guernica. 

Aunque en apariencia el secuestro había terminado con éxito, las inconsistencias en los testimonios comenzaron a levantar sospechas.

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Las autoridades, lideradas por el fiscal Sergio Mola y con el apoyo de la DDI Avellaneda-Lanús, iniciaron una investigación que reveló detalles inusuales del secuestro. Los investigadores notaron que los secuestradores actuaban de manera desorganizada, y le pedían a la joven que llamara a su madre para verificar el avance de las negociaciones, lo que no es común en secuestros extorsivos organizados.

Otro elemento que despertó sospechas fue que, durante el secuestro, De Gregorio le pidió a la adolescente detalles sobre una operación inmobiliaria de su familia, lo que hizo que ella comenzara a dudar de su novio. Además, cuando el supuesto Uber llegó para recogerlos, el conductor tocó la bocina, un comportamiento inusual para los servicios de transporte, que normalmente se comunican a través de la aplicación.

La investigación avanzó gracias al análisis de las cámaras de seguridad, que revelaron que la Suran utilizada en el secuestro tenía una patente robada de otro vehículo en Burzaco. También se rastrearon los teléfonos de los implicados, lo que permitió identificar a los cómplices y vincular a De Gregorio con la banda.

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Con esta evidencia, el juez federal Ernesto Kreplak emitió 10 órdenes de allanamiento y siete órdenes de captura. Cinco personas fueron detenidas, incluido De Gregorio, quien fue acusado de ser el entregador de su propia novia. También fueron arrestados Diego Cordero, quien cobró el rescate; Cristian Campos, el conductor de la Suran; Julio Pomar, organizador y negociador; y Francisco Duarte, dueño del lugar donde mantuvieron cautiva a la pareja.

Durante los allanamientos, las autoridades incautaron el vehículo utilizado en el secuestro, una importante cantidad de dinero en efectivo, teléfonos celulares y otros elementos clave para la investigación. Los detenidos fueron indagados por el fiscal, pero todos negaron su participación en el hecho. Las autoridades continúan buscando a los prófugos restantes.