Femicidio de Úrsula Bahillo: pidió botón antipánico, se lo negaron y el asesino tenía 14 denuncias
Nadie hizo nada y Úrsula Bahillo está muerta. El femicidio de la joven de 18 años genera indignación no solo en su pueblo, sino en todo el país: el policía Matías Martínez, ex pareja de la chica, tenía 14 denuncias por violencia de género.
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Este lunes apareció el cuerpo de Úrsula, quien murió a causa de puñaladas en el cuello y en su rostro dentro de un Peugeot 307, propiedad de Martínez. Fue encontrada en una pequeña localidad bonaerense cerca de Rojas, el lugar donde ella vivía.
La chica llegó hasta ese lugar engañada por su ex novio, Matías Martínez, el único sospechoso del aberrante femicidio, quien la asesinó en su auto. Un día antes, la Justicia le había impuesto una restricción perimetral al femicida, que no podía acercarse a la víctima. Poco más de 24 horas después, la mató.
El asesino tiene 25 años y estaba con licencia psiquiátrica. Según creen los investigadores, llevó a la fuerza o engañada a Úrsula hasta el lugar donde tenía pensado matarla.
El fiscal que investiga la causa, Sergio Terrón, dio dos detalles aberrantes del hecho: ya tenía al menos 14 denuncias por violencia de género, algunas incluso por abuso sexual, y dos de ellas pertenecían a Úrsula. Creen que podría haber más denuncias en otras localidades.
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Terrón también confirmó que Úrsula Bahillo había pedido un botón antipánico y declarado que temía por su vida, tal como lo confirman los chats difundidos por sus amigas, pero que fue negado.
Martínez, que cuando vio a la policía cerca se hizo un corte en el estómago e intentó huir, fue detenido a los pocos metros y está a disposición de la justifica. Será imputado por "femicidio con alevosía y premeditación" y arriesga una pena de prisión perpetua.