El importante trasfondo "novelero" que tiene el tren Belgrano Cargas, que Milei busca privatizar
El gobierno de Javier Milei anunció la privatización de Belgrano Cargas, una línea ferroviaria clave para el transporte de mercancías en Argentina. La empresa, que fue nacionalizada durante el gobierno de Cristina Kirchner en 2008 debido a "irregularidades" en su concesión, volverá a manos privadas tras la reciente aprobación de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos.
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La historia de Belgrano Cargas se remonta a la fiebre privatizadora de los años 90, cuando el ferrocarril fue concesionado por 30 años bajo un esquema integral, donde los concesionarios asumían la operación, mantenimiento y rehabilitación de la infraestructura ferroviaria.
Sin embargo, en 2008 surgieron denuncias contra la empresa Belgrano Cargas Sociedad Anónima, vinculada al Grupo Macri, por no rendir cuentas de los subsidios recibidos. La Auditoría General de la Nación detectó graves irregularidades, lo que llevó al Estado a recuperar la administración de la línea en 2013.
A partir de ese momento, la gestión de Belgrano Cargas y Logística, junto a otras líneas ferroviarias, quedó en manos del Estado. Durante los años siguientes, se llevaron a cabo diversas inversiones para mejorar la infraestructura ferroviaria, incluida la renovación de 900 kilómetros de vías y la adquisición de locomotoras y vagones nuevos, muchos de ellos provenientes de China.
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Con la llegada de Mauricio Macri al poder en 2015, se lanzó el "Plan Belgrano", un ambicioso proyecto para renovar 1500 kilómetros de vías y modernizar el sistema ferroviario de carga. Sin embargo, la empresa estatal fue reestructurada en 2016, transformándose en Trenes Argentinos Cargas, que continuó con los esfuerzos de renovación de infraestructura y material rodante.
En 2024, el gobierno de Milei dio el paso final hacia la privatización de Belgrano Cargas, argumentando que la renovación de las vías y la modernización del material rodante hacen del servicio una opción rentable para el sector privado. Aunque aún no se conocen los detalles finales del proceso de licitación, se espera que atraiga a oferentes interesados debido al potencial de la línea para generar beneficios en el futuro.
A medida que avanza el proceso de privatización, se espera que en los próximos meses se definan los términos del acuerdo y que el servicio de transporte de carga vuelva a manos privadas, en lo que muchos ven como un retorno al modelo privatizador de los años 90.
