El duro revés que sufrió Alberto Fernández en la causa por violencia de género
El ex presidente de Argentina, Alberto Fernández, sufrió un nuevo revés judicial en la causa en la que se lo investiga por presunta violencia de género contra la ex primera dama, Fabiola Yañez.
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La Fiscalía Federal, a cargo del fiscal Ramiro González, suspendió la declaración de dos testigos claves, ambas empleadas de la Quinta de Olivos, tras un planteo presentado por la querella de Yañez.
El reclamo se centró en una posible violación al deber de confidencialidad que estas trabajadoras firmaron al ingresar a laborar en la residencia presidencial.
El conflicto por la confidencialidad
El planteo fue presentado por la abogada de Yañez, Mariana Gallego, quien cuestionó la legalidad de los testimonios de las empleadas, tanto actuales como anteriores, de la Quinta de Olivos.
Según la defensa de Fernández, estas testigos habrían sido relevadas de su obligación de guardar confidencialidad, algo que, de acuerdo a la querella, no fue otorgado por la ex primera dama, quien es la responsable directa de liberar ese compromiso.
La controversia surgió porque dos testigos que ya declararon en la causa aseguraron haber sido relevadas por el propio Fernández. No obstante, este acto no estaría debidamente documentado en el expediente judicial, lo que genera dudas sobre la validez de esos testimonios.
Ante este escenario, el fiscal González decidió frenar momentáneamente las declaraciones de las dos trabajadoras hasta que se aclaren los pormenores del deber de confidencialidad.
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Como parte de las medidas para esclarecer la situación, la Fiscalía citó a declarar al escribano que certificó las actas donde cinco testigos de la defensa de Fernández realizaron sus declaraciones de forma privada.