El detalle clasista que empeoró la convivencia de los rugbiers en la cárcel

Contando a cuentagotas lo que será todo su tiempo tras las rejas, los condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa comenzaron a padecer las verdaderas dificultades de la convivencia con otros presos en el interior de la cárcel de Melchor Romero. 

La advertencia de uno de los "12 Apóstoles" a los rugbiers: "Son nenes, tienen que pagar las...."

Pese a que ya habían cumplido con 3 años en este recinto, ese tiempo lo habían llevado adelante en conjunto, y en un pabellón religioso, donde el trato con los demás presos de su libertad es más "calmado" y sin tantos "peligros". 

Sin embargo, ahora ya llevando adelante una condena de prisión perpetua, cinco de los ocho apuntados por el fallecimiento del joven en Villa Gesell deben convivir con personas en las mismas cualidades penales que ellos. En este caso, con los presos con largas condenas. 

En ese sentido, se filtró el que sería el primer gran problema de los rugbiers: la convivencia y el día a día. En palabras del abogado penalista Miguel Ángel Pierri, los jóvenes no estarían teniendo la mejor relación con la población carcelaria de Melchor Romero. 

"Tienen problemas de convivencia con la unidad carcelaria por privilegios. Ellos tienen provisión de aguas minerales y gaseosas en días de extremo calor", indicó el profesional en diálogo con Argenzuela, de Radio 10. 

Ante esto, y sobre todo por la diferencia de tratos que tienen reclusos en la misma situación que ellos, tanto Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Luciano Pertossi, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli yLucas Pertossi, estarían en la mira del maltrato de los que son sus compañeros de patio. 

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Por otra parte, los rugbiers están recibiendo especiales visitas de psicólogos: "Ellos al tener altas condenas, tienen un régimen de control muy riguroso, porque bueno, pueden tomar decisiones equivocadas y tienen mucho tiempo por delante y mucho tiempo para recibir algún tipo de novedad, buena o mala", agregó el abogado.