El consumo de carne se derrumbó a números históricos en el país
En la historia económica reciente, rara vez se ha visto un desplome en el consumo de carne vacuna y sus derivados de la magnitud registrada en los últimos tiempos. De hecho, la venta de carne ha experimentado un descenso notable del 36,2% en el último año, partiendo de niveles que ya estaban distantes de los mejores registros históricos.
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Según datos proporcionados por el consultor y productor ganadero Andrés Costamagna, basados en estadísticas de la cámara de la carne que contabilizan tanto la producción como las exportaciones ganaderas, el consumo anual por habitante ha disminuido a 39,5 kilos, en comparación con los 53,8 kilos del año anterior.
Resulta preocupante que, a diferencia de ocasiones anteriores, esta vez no se observa una compensación interna: la caída en el consumo de carne vacuna ha sido acompañada por una disminución en el consumo de pollo y carne de cerdo, aproximándose ambos a un descenso interanual del 5%, según señala Costamagna al portal iProfesional.
La caída en el consumo de carne es histórica.
Los últimos datos sobre el comportamiento del consumo ofrecen una visión clara de las preferencias de los argentinos a la hora de realizar compras. Según la consultora Scentia, especializada en consumo masivo, las ventas de alimentos, bebidas, productos de higiene y limpieza han experimentado una disminución del 4,1% (en volumen) en febrero, en comparación con el mismo mes del año anterior.
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Esto se suma a una baja del 4% en el primer bimestre en comparación con el mismo período del año anterior.
Es interesante destacar una particularidad en esta medición: mientras las ventas en los grandes supermercados han caído un 8,3% en febrero en comparación con el mismo mes del año pasado, los comercios tradicionales, como almacenes y autoservicios "chinos", han mostrado un ligero aumento del 0,1%. Esta tendencia ya se había observado el mes anterior.
