El aberrante caso de un violador que estuvo 13 años preso, salió en libertad y a los días abusó de su hijastra

Jorge Miguel Gerula, un hombre que pasó sus últimos 13 años tras las rejas luego de haber sido condenado por violación en Misiones, volverá en breve a un establecimiento penitenciario.

A 38 días de haber recuperado de haber sido excarcelado, una denuncia por haber abusado sexualmente de la hija de 11 años de su pareja lo volvió a poner en el centro de la escena.

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Pero esto no es todo. Además, el abusador está complicado judicialmente por una tercera causa penal porque hace algunos días se fugó de un calabozo de la comisaría de Alba Posse. Igualmente, a las horas fue recapturado y enviado a una unidad penal.

En las próximas horas se espera que la Justicia avance y deje sin efecto su libertad condicional y, si llega a ser condenado por haber abusado de su hijastra, será considerado reincidente y deberá cumplir los más de cinco años que le quedaban pendientes de la primera sentencia, más lo que dispongan los jueces por las otras dos causas que lo tienen contra las cuerdas.

Los antecedentes Jorge Miguel Gerula

Gerula cayó por primera vez en septiembre de 2009, tras haber sido acusado por un rapto y violación. El Tribunal Penal 1 de Posadas le dictó una condena a 18 años de prisión y decidió su traslado a la Unidad Penal de Loreto para que empiece a cumplir su condena.

Si bien la pena concluía en 2027, al cumplir las dos terceras partes, el Gerula solicitó la libertad condicional y, aunque el Servicio Penitenciario desaconsejó el beneficio, la Justicia hizo caso omiso y se lo otorgó igual.

En aquel entonces, los magistrados intervinientes tuvieron en cuenta la supuesta buena conducta que Gerula demostraba en el interior de la institución carcelaria, así como también su aceptable adaptación al trabajo en la carpintería de prisión. Inclusive, el condenado era visitado frecuentemente por sus familiares y hasta una prima se ofreció a alojarlo cuando recuperara la libertad.

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El 20 de abril Gerula finalmente abandonó la cárcel, pero no fue a vivir con su parienta. Se instaló en la casa de una mujer, que dijo ser su pareja, y vive en la localidad de Alba Posse. Esta misma mujer fue la que acudió a la Justicia a los 38 días, y comentó que el sujeto en cuestión abusó sexualmente de su hijastra de 11 años.

El 28 de mayo a Gerula lo detuvieron por la nueva denuncia y la semana pasada, junto a otro preso, se fugó de la comisaría. Sin embargo, a las horas cayó en una zona rural en la que se escondía.