Carrera contrareloj para el próximo pago al FMI: cuándo vence y cómo piensan evitar el defalut
Argentina enfrentará el próximo miércoles 21 el vencimiento de una deuda de aproximadamente 925 millones de dólares, seguido por otro pago de 1.785 millones de dólares al día siguiente. Sin un desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI), el cumplimiento de estas obligaciones se vuelve difícil.
Aunque las reservas lograron acumular 852 millones de dólares en mayo, solo pudieron retener el 28% de los 5.087 millones de dólares provenientes de la liquidación del campo. Mientras tanto, las reservas netas continúan en territorio negativo.
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En el calendario original, Argentina tenía previsto recibir casi 4.000 millones de dólares en junio, cumpliendo las metas establecidas en el acuerdo del primer trimestre (que no se cumplieron y se están renegociando debido al impacto de la sequía).
Con estos fondos, se podrían afrontar los vencimientos de los días 21 y 22, y aún quedaría un remanente para los vencimientos de julio, que suman otros 2.630 millones de dólares. Sin embargo, en el pago de julio, el Tesoro deberá utilizar sus propias reservas, ya que los pagos superarían el desembolso previsto. Además, en agosto se deberán cancelar otros 790 millones de dólares antes del próximo desembolso programado del FMI en septiembre.
El ministro de Economía, Sergio Massa, es consciente de esta situación y mientras busca obtener alivio mediante un mayor acceso al swap chino y algún flujo de dólares para el comercio con Brasil, apoyándose en las BRICS, sigue de cerca las negociaciones con el FMI. Estas reuniones virtuales han estado a cargo de Leonardo Madcur, quien se encuentra en Buenos Aires y es responsable de llevar a cabo las discusiones técnicas para la recalibración de las metas.
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El Gobierno argentino busca, en primer lugar, que el FMI adelante todos los desembolsos programados para este año, lo que representaría alrededor de 10.600 millones de dólares. En segundo lugar, la negociación deberá buscar reducir las cuotas de pago y lograr que los desembolsos del FMI coincidan con los pagos del acuerdo, al menos durante este año, para no presionar aún más las reservas.
El cronograma oficial de pagos indica que, en 2023, a diferencia de 2022, Argentina debería cancelar un monto mayor al que recibe del FMI. El Gobierno buscará cambiar esta dinámica en las negociaciones o encontrar una manera de afrontar la diferencia, algo que parece difícil en principio debido a los ingresos y gastos esperados para este año, marcado por la sequía y las elecciones.
