Acusaron al hijo de una jueza por violación, lo arrestaron y ahora quedó libre por ser "inimputable"

Rodrigo Eguillor, conocido como "El Cheto de Banfield", fue absuelto de la acusación por abuso sexual después de ser captado en video forcejeando y empujando a una mujer en el balcón de un departamento a finales de 2018. El joven de 28 años fue declarado inimputable por una Junta Médica.

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El hijo de la fiscal Paula Martínez Castro, de Lomas de Zamora, enfrentaba cargos por "abuso sexual agravado por acceso carnal, privación ilegal de la libertad agravada por violencia y amenazas". Este caso causó gran conmoción mediática tras las diversas entrevistas televisivas en las que participó Eguillor. Durante el proceso, el sospechoso fue detenido en dos ocasiones.

En lo actual, la causa en su contra se cerró luego de que una Junta Médica compuesta por el psiquiatra Esteban Toro Martínez y la psicóloga Mónica Herran (del Cuerpo Médico Forense) dictaminara que no podía ser sometido a un proceso penal debido a un "trastorno de esquizofrenia" que padece desde los 14 años y, en consecuencia, "es inimputable".

Se trata de un "trastorno mental crónico que implica antecedentes de trastorno por uso de sustancias, trastorno de la personalidad y trastorno psicótico no especificado parcialmente compensado", según se describe en el expediente.

En 2019, el juez del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°10, Alejandro Noceti Achaval, rechazó la solicitud de la defensa para trasladar al joven a una clínica psiquiátrica privada, y Eguillor estuvo detenido en la cárcel de Ezeiza.

Un año después, en un informe, se señaló que el cuadro era "susceptible de estabilización, incluso duradera", aunque en ese momento no se había determinado si el joven tenía una autonomía plena o no. Sobre esa base, se concluyó que padece un "trastorno psicótico crónico" parcialmente compensado y que requerirá tratamiento psicológico y psiquiátrico de por vida.

El incidente por el cual Eguillor fue detenido ocurrió el 15 de noviembre de 2018, cuando se le vio forcejeando con una joven de 22 años en el balcón de un departamento en el barrio porteño de San Telmo. Habían salido a bailar y luego, en el inmueble, la denunciante afirmó que fue violada y que intentó escapar, pero la puerta estaba cerrada.

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La versión del acusado fue muy diferente, aseguró que la chica tenía "problemas psiquiátricos" y que en realidad intentaba suicidarse, y que él la salvó sujetándola para que no se arrojara desde el balcón. "La agarré cuando tenía media pierna afuera y hay miles de testigos. Si no estuviera yo, la chica se habría matado", dijo en una entrevista.

Ya se había presentado una segunda denuncia por un delito similar contra el joven, y la Policía lo arrestó en el aeropuerto de Ezeiza cuando intentaba viajar a Madrid para presenciar la final de la Copa Libertadores entre River y Boca. Después de ser beneficiado con prisión domiciliaria, los cargos en su contra fueron retirados y recuperó su libertad.