El jefe de los penitenciarios dijo dónde habría escondido la "faca" el preso que atacó a la fiscal
El director del Servicio Penitenciario de Mendoza, Eduardo Orellana, dio su versión sobre como fue el ataque del preso Hugo Arredondo a la fiscal de Delitos Complejos, Claudia Ríos, en la sede del Polo Judicial, al tiempo que admitió la responsabilidad de su unidad en el mismo.
Un juez de la Corte, fue categórico con los responsables por el ataque a la fiscal
En declaraciones a radio Nihuil, Orellana explicó: "Un guardia que llevó al preso (Arredondo) al baño antes del ataque dijo que le llamó la atención que se baje los pantalones para orinar", por esto se cree que el reo haya tenido escondida la "faca" blanca en el ano.
Si la información se confirmara, daría luz sobre la manera que utilizó el reo para ingresar el arma al recinto del Polo Judicial, donde se encontraban los funcionarios y la víctima, Claudia Ríos.
En relación al periplo que de alguna manera pone en el ojo de la tormenta al servicio penitenciario Orellana explicó: "el preso que viene desde la cárcel, pasa por dos detectores de metales y tres requisas corporales. En este caso se hizo una requisa en Almafuerte, luego subió al vehículo de traslado, llegaron al Polo Judicial, pasaron por un detector de metales y entraron a la celda. Antes de subir a la sala de audiencias deberían haber sido requisados nuevamente", informó.
"Hasta el momento todo hace presumir que hubo una falla humana en la requisa", aseguró Orellana.
"Nosotros somos los principales responsables de lo que pasó, nosotros debemos garantizar esa seguridad, tenemos que hacer la autocrítica y mejorar eso", añadió Orellana.
Sin embargo, Orellana aludió que la audiencia podría haberse realizado por viodeoconferencia para evitar estas situaciones, en un tiro por elevación al juez encargado de la misma.
Tras el ataque a la fiscal Ríos, penitenciarios y tres controles en la mira
"Es una persona que tiene perpetua, él y sus tres compañeros son de alto perfil, el centro penitenciario tiene una sala para hacer las audiencias a través de videoconferencias y el jefe del operativo lo sugirió. Además, el oficial informó a la coordinadora previo a iniciar la audiencia que los presos deberían permanecer esposados porque son de alto riesgo, sin embargo el juez pidió que se las saquen porque es un derecho", dijo Orellana repartiendo la culpabilidad con el juez que en ese momento estaba a cargo del tribunal.
"Esto no debería haber pasado, se podría haber hecho por videoconferencia con la tecnolgía del nuevo edificio o también haber accedido a la información que se les brindó", cerró el funcionario.