Montañismo adaptado: una historia de superación en el Aconcagua

Usan prótesis para caminar y lograron superar las barreras para hacer andinismo. Buscarán la cumbre el año que viene. Aseguran que falta adaptación para personas con discapacidad en las reservas.


Motivados por el amor a la montaña y la lucha por romper las barreras de la desigualdad, Nancy Roldán, de 37 años y Agustín Guillot, de 25, llegaron este fin de semana iniciaron una travesía de treking en el Parque Aconcagua y llegaron hasta el mirador de Plaza Francia. Su próximo objetivo es alcanzar la cima del coloso de América.


Agustín ya estudiaba para ser Guía de Montaña cuando un accidente con un tractor lo dejó sin una de sus piernas. Nancy, nació sin el fémur debido a una malformación genética y descubrió su amor por la montaña la primera vez que vino a Mendoza. Ambos usan prótesis adaptadas para caminar, pero eso no les impide alcanzar sus objetivos como montañistas.


Él de Ciudad, ella de Buenos Aires pero residente en Luján de Cuyo, se unieron en un propósito ambicioso que busca dejar de lado las diferencias y achicar distancias: el montañismo adaptado.




"Capaces somos todos solamente hay que abrir la cabeza”


“La idea de ir a Plaza Francia surgió hace menos de un mes. Le comenté a una amiga una experiencia que tuve con Agustín y surgió la idea de hacer un proyecto para ayudar a esas personas que están en sus casas limitadas. No sólo física, sino mentalmente, capaces somos todos solamente hay que abrir la cabeza”, enfatiza Nancy.  “Siempre veía que ex combatientes extranjeros venían amputados y subían a la montaña. Pero me preguntaba qué loco que no hubiera nadie de Mendoza”, relata Agustín. “Entonces, mi coloquio final de carrera fue un proyecto para llevar gente con discapacidad a la montaña. Empecé a presentarlo en diferentes lugares y me escucharon en el área de Deportes. Allí empezamos nuestra primera expedición”, añadió.


Sin embargo, no todo es favorable. “Los parques nacionales deben adaptarse a la Ley de discapacidad. A nivel nacional hay áreas que están eximidas del canon de entrada, o que están adaptadas. El Parque Nacional Los Glaciares tiene un circuito adaptado con tarimado, ascensores y rampas. En la provincia la red de áreas naturales no está adaptada, hay que hacer avances bastante importantes. Tendría que haber al menos un sector para las personas con discapacidad, señalética en braile, y demás”, concluyó Nancy.



Por su parte, Agustín desea que su historia motive a otras personas. “Hago una vida normal, trabajo, tengo una novia, juego con mi perro, pero hay gente que al verme entrenando, en la montaña o escalando roca les choca para bien. Mucha gente que tal vez no tiene una discapacidad pero no tiene motivación”, comenta el joven montañista. “En la montaña todo cuesta más, pero todo vale más. Tienen que intentarlo, cuando empecé de nuevo después del accidente, fue chocar una y otra vez contra la pared, tuve que aprender a caminar de nuevo. No hay que comparar, nada es lo mismo. En nuestra “mochila” llevamos un montón de cuestiones sociales, pero no nos olvidamos que todos tenemos los mismos derechos”.