La decisión clave que habría tomado la fiscal Ríos tras la filtración del video del supuesto ataque
El escándalo judicial desatado tras la difusión de un video en el que un preso portaba un arma improvisada durante un juicio en el Polo Judicial continúa su curso, lejos de llegar a su fin.
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Ahora, se espera que la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos, ofrezca su interpretación de los hechos capturados por las cámaras de seguridad, luego de afirmar oficialmente que había sido objeto de un intento de homicidio y que se defendió utilizando gas pimienta.
Fuente: El Sol
En paralelo, la Inspección General de Seguridad (IGS) ha iniciado una minuciosa reconstrucción de los acontecimientos, centrándose en la actuación de ocho penitenciarios que estuvieron involucrados en la fallida custodia del recluso Hugo Eduardo Arredondo, de 37 años, protagonista del incidente.
Los funcionarios de la IGS llevaron a cabo hoy una visita al penal de Almafuerte, en Cacheuta, donde Arredondo estuvo alojado antes del controvertido suceso. El objetivo principal es esclarecer los movimientos del detenido, la ejecución de la custodia y el papel de cada uno de los penitenciarios en relación con las búsquedas realizadas a Arredondo.
Estas investigaciones se extenderán al Polo Judicial la próxima semana, con el propósito de seguir de cerca los pasos de los ocho penitenciarios involucrados en el operativo de traslado. A solicitud de la IGS, el Ministerio de Seguridad los ha puesto en disponibilidad y ha iniciado un sumario, lo que significa que han sido apartados de sus funciones habituales, aunque continúan trabajando en otras ubicaciones hasta que concluya la investigación administrativa.
Por otro lado, desde la semana pasada se rumoreaba la posibilidad de que la fiscal Ríos ofreciera una conferencia de prensa en relación con este polémico asunto. La situación de la fiscal ha sido inusual, dado que inicialmente se afirmó que Arredondo intentó asesinarla. "Me quiso matar", habría comentado la fiscal Ríos a sus conocidos después del incidente violento.
Sin embargo, dos horas después de los acontecimientos, el procurador Alejandro Gullé sostuvo en una conferencia de prensa que el preso se había "arrojado sobre la fiscal" y le había asestado "una puñalada en el cuello", a lo que la fiscal respondió utilizando gas pimienta. Las imágenes posteriores, capturadas en el video de la audiencia, dejaron en claro que la situación no había transcurrido de esa manera. No hubo contacto entre la fiscal y el recluso, y en su lugar, la fiscal se refugió detrás de un penitenciario, dando la espalda a otro de los presos.
Frente a la evidencia proporcionada por las imágenes, tanto la Corte de Mendoza como el Ministerio Público Fiscal emitieron sus respectivos comunicados, señalando que, tras la conferencia de prensa, "recibieron el enlace del crudo de la audiencia, que se envió al departamento de delitos tecnológicos para analizar el video que contenía su contenido, y se recibió un informe técnico del registro fílmico esa misma noche".
Además, apuntaron a que Gullé no había visto el video y se había basado en los testimonios de los testigos presentes en la sala 15 del Polo Judicial en el momento de los hechos, entre los que se encontraban el juez Mauro Perasi, la fiscal Ríos, la defensora Ximena Morales, tres pasantes y cinco penitenciarios.
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Por otro lado, la Fiscalía de Homicidios ha dado marcha atrás en sus acusaciones iniciales, determinando que el recluso no atacó a la fiscal Claudia Ríos, como se había informado en un principio.
Por lo tanto, solo se le imputó un delito menor: evasión en grado de tentativa. Inicialmente, Arredondo enfrentó cargos de homicidio simple en grado de tentativa y lesiones leves (dos hechos).