El rol clave que podría cumplir la Legislatura de Mendoza en la primera privatización de Milei
El gobierno de Alfredo Cornejo anunció su intención de vender las acciones que Mendoza posee en la empresa metalmecánica IMPSA, por lo que pedirá permiso a la Legislatura de Mendoza. Este movimiento se da en un contexto de posible privatización, siendo la primera bajo la presidencia de Javier Milei.
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La confirmación vino de parte del ministro de Gobierno, Natalio Mema, quien explicó que se trata de un proceso estándar que sigue el protocolo habitual cuando el Estado decide desprenderse de activos.
"Así como pedimos autorización para poder adquirir las acciones, vamos a pedir para desprendernos de ellas. El proyecto ingresará en los próximos días y esperamos que se apruebe de manera rápida en la Legislatura", declaró Mema.
A principios de julio, tanto el gobierno nacional como el mendocino, que juntos poseen el 85% de las acciones de IMPSA, firmaron una carta de intención con la empresa estadounidense ARC Energy. Este acuerdo contempla una inversión de 30 millones de dólares para capitalizar a la empresa, anteriormente en posesión de la familia Pescarmona.
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Desde entonces, ARC Energy estuvo evaluando el estado de IMPSA durante un proceso de "Due Diligence", cuyo plazo concluye el 12 de agosto. A partir de esa fecha, se determinará si la firma avanzará en la compra de acciones.
Sin embargo, incluso si ARC Energy decide hacer una oferta, el traspaso no se concretará de inmediato. Se abrirá un periodo de 60 días para que otras empresas puedan mejorar la propuesta inicial.
Esta estrategia busca garantizar la mejor opción posible para la empresa que, aunque fue un referente en su sector, actualmente se encuentra en una situación financiera delicada con una deuda de aproximadamente 500 millones de dólares.
IMPSA, que fue fundada en 1907, se destacó en su apogeo por exportar tecnología a más de 30 países. Sin embargo, la empresa enfrentó serias dificultades financieras en los últimos años, incluyendo una deuda impaga de 300 millones de dólares por parte de Venezuela.
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El control mayoritario de IMPSA, con un 63,7% de las acciones, está en manos del FONDEP, un fondo fiduciario del Estado administrado por la Secretaría de Industria, mientras que Mendoza posee el 21,2% de las acciones. El futuro de la compañía se decidirá en los próximos días, cuando se espera que ARC Energy haga su oferta formal al gobierno.
Para ARC Energy, la adquisición de IMPSA representa una oportunidad estratégica, dado que la empresa argentina es un actor clave en la producción de tecnología y equipamiento para la generación hidroeléctrica y componentes nucleares.
Esto podría abrirle puertas en el mercado estadounidense, donde la compañía norteamericana tiene una fuerte presencia en el sector de oil & gas.
IMPSA cuenta con unos 700 trabajadores altamente calificados, lo que representa un valioso capital humano que podría ser un factor decisivo para su nuevo propietario. La operación, sin embargo, requerirá que los nuevos dueños renegocien los pasivos de la empresa para estabilizar su situación financiera y poder proyectar un futuro más prometedor.