Con votos del radicalismo y el justicialismo, se aprobó una reforma para hacer minería en Mendoza
El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, logró un importante avance en su plan para fomentar la minería en la provincia con la reciente aprobación de la reforma del Código de Procedimientos Minero.
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La legislación, convertida en ley por el Senado provincial, busca agilizar las actividades mineras integrando altos estándares internacionales de control y sostenibilidad.
La nueva normativa, que actualiza regulaciones que datan de casi 80 años, fue respaldada en el Senado con 25 votos a favor y 12 en contra. El frente Cambia Mendoza apoyó unánimemente la medida, mientras que el Partido Justicialista mostró un respaldo parcial. La Unión Mendocina y el Partido Verde no acompañaron la propuesta.
El código reformado regula la minería de primera, segunda y tercera categoría, incluyendo canteras, y abarca desde la exploración hasta el transporte de minerales.
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La ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre, destacó que esta reforma no solo incorpora principios de sustentabilidad económica y social, sino que también mejora la eficiencia de los procedimientos y aumenta las sanciones para aquellos que no cumplen con la legislación minera o ambiental.
Jerónimo Shantal, de la Dirección de Minería, enfatizó que "esta nueva normativa refuerza los principios de sostenibilidad, agilidad y calidad en los controles, con normas específicas que refuerzan las facultades de la Policía Minera y otorgan sanciones ejecutables y efectivas para los titulares de derechos mineros que no cumplan con la Ley".
La ley también promueve la participación comunitaria en todas las fases del proceso minero y establece obligaciones claras para los operadores, como la firma de una Declaración Jurada de Buenas Prácticas y la realización de Evaluaciones de Impacto Ambiental. Además, se involucra activamente a las comunidades locales en la toma de decisiones, asegurando su información y participación constante.
Con estas medidas, Mendoza busca avanzar hacia una minería más responsable y sostenible, adaptándose a las necesidades de una economía global que se orienta cada vez más hacia fuentes de energía limpia y sostenible.