Cacho Garay finalmente saldrá de la cárcel este miércoles tras pagar una millonaria fianza

El humorista seguirá con prisión preventiva desde su domicilio mientras sigue la investigación por violencia de género y abusos sexuales contra su expareja.

El humorista Cacho Garay, quien se encuentra preso tras denuncias de abuso y violencia de género presentadas por su expareja Verónica Macías, pasará su última noche en la cárcel este martes, ya que se le concedió la prisión domiciliaria tras pagar una fianza de 5 millones de pesos. 

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El periodista Juan Etchegoyen informó que Garay, bajo determinadas condiciones, dejará la cárcel el miércoles para continuar con la prisión preventiva en la vivienda de un familiar. Esta decisión se tomó días después de que el abogado del humorista solicitara el cese de la prisión preventiva, argumentando la necesidad de su libertad.

Según fuentes judiciales, la pericia realizada a Verónica Macías no mostró criterios de credibilidad, indicando la ausencia de estrés postraumático y sugiriendo manipulación consciente de la información. Participaron en la pericia peritos del cuerpo médico forense, así como peritos de ambas partes y un perito especial, consensuando todos el resultado.

Es por eso que el magistrado del Juzgado Penal Colegiado Nº 1 otorgó la domiciliaria a Garay en respuesta a la solicitud conjunta de la fiscal de Violencia de Género Mónica Fernández Poblet y el defensor Daniel Romero. Esta medida se debe a los problemas de salud del humorista, que se han agravado desde su ingreso al penal.

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Aunque la Fiscalía y la querella apoyaban la prisión domiciliaria, el abogado de Garay, Daniel Romero, buscaba su libertad total. Sin embargo, el juez Martínez rechazó la solicitud de cese de la prisión preventiva y respaldó la postura de la Fiscalía y los querellantes.

Las acusaciones contra Garay comenzaron en abril del año pasado, cuando Macías Bracamonte denunció amenazas por parte del comediante, afirmando que poseía armas en su casa. 

La policía allanó su vivienda en Luján de Cuyo y encontró cuatro pistolas y una pistola de gas comprimido, lo que llevó a imputarlo por amenazas en un contexto de violencia de género. Inicialmente, Garay quedó en libertad.

La situación se complicó cuando Macías Bracamonte amplió su denuncia, detallando episodios de abuso y obligándola a participar en fiestas sexuales. 

Con estos avances en la investigación, Garay fue imputado por abuso sexual, entre otros delitos, y se le impuso el arresto domiciliario. En esta etapa, también quedó comprometida la ex empleada de la Legislatura provincial, Sandra Astudillo Stafollani, quien estaba de vacaciones en México cuando se ordenó su captura.

Garay permanecerá con prisión domiciliaria mientras la causa avanza en la Justicia provincial, enfrentando graves acusaciones que han puesto su carrera y libertad en riesgo.


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