La pericia reveló un dato estremecedor del arma con la que quisieron matar a Cristina Kirchner
En las últimas horas trascendió el peritaje que la Policía Federal realizó al arma y a las municiones con las que Fernando Sabag quiso matar a Cristina Fernández de Kirchner. Lo cierto es que especialistas de la fuerza determinaron que el arma no tenía ningún desperfecto.
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Además, del análisis ordenado por la Justicia Federal surgió que la pistola Bersa, calibre 32, utilizada por Sabag Montiel, realizado por la División de Balística de la PFA se determinó que ya había sido accionada en alguna oportunidad. Además, probaron el arma e informaron que salieron todos los disparos.
Según indicaron fuentes cercanas a la investigación, "se probaron 50 disparos y todos salieron bien. Hasta se probó con los cartuchos que tenía en el cargador" y el resultado fue el mismo: el arma y las municiones podían matar.
Entonces, según la policía, ¿por qué, a pesar de que según los testigos el sujeto gatilló al menos dos veces frente al rostro de la vicepresidenta, no salió ningún disparo de la pistola Bersa? Las pericias determinaron que Sabag Montiel no accionó previamente la corredera de manera manual, de manera que ninguna bala se montó en la recámara.
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En cuanto al oigen del arma, la Policía Científica logró reconstruir el número completo de la pistola Bersa. El arma, efectivamente, había tenido un titular. Era César Bruno Herrera, un vecino de más de 50 años de edad, que vivía a pocas cuadras de la vieja casa de "Tedi", ya fallecido.
Lo cierto es que el acusado de intentar matar a la Vicepresidenta no tenía credencial de legítimo usuario en la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC). Sin embargo, efectivos de la Unidad de Investigación Antiterrorista de la Federal le encontraron 100 balas Magtech en su monoambiente del barrio San Andrés en San Martín.