Un matrimonio no quiso vacunarse contra el coronavirus: ahora sus cuatro hijos son huérfanos
No creían en el coronavirus. No tenían miedo de contagiarse ni se cuidaban de la pandemia. Confiaban que su sistema inmunitario los ayudaría en todo caso. Así, Lydia (42 años) y Lawrence (49), padre de cuatro hijos, se manejaban sin problemas en Texas, Estados Unidos. Sin embargo ocurrió lo peor. Después de que la familia volviera de un campamento de una semana en la iglesia a la iban empezaron los casos positivos.
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La pareja, casada hace 21 años, estaba entre los millones de estadounidenses que no se han vacunado todavía por diferentes razones. "Lydia nunca ha creído realmente en las vacunas", dijo Dottie Jones, prima de Lidya, a The Washington Post. "Ella creía que podía manejar todo por sí misma, que realmente no se necesitaba la medicina", agregó.
A comienzos de julio, todos los miembros de la familia se contagiaron de coronavirus después de un campamento con la iglesia a la iban. La madre de la casa fue internada primero y luego le tocó al padre. Los hijos, dos gemelos de 18, un varón de 16 y una nena de 11, se quedaron en casa, casi sin síntomas.
A los días, Lawrance fue trasladado a terapia intensiva. "Solicitó una vacuna contra el coronavirus poco antes de que le pusieran un respirador", dijo Jones. Murió el 2 de agosto.
Mientras tanto, Lidya estaba internada con respirador. "Por favor, asegúrate de que mis hijos se vacunen", fue lo último que pidió la mujer a su prima. Murió a los días.
La familia ahora está recaudando fondos para ayudar a los niños Rodríguez mientras los tribunales resuelven quién se convertirá en el tutor de los menores.