Piden a los medios que se refieran al suicidio de manera responsable y correcta
Este jueves se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) actualizaron la guía de 2017 para que profesionales de los medios se refieran de manera responsable y correcta a esta problemática.
Cabe señalar que en el mundo se registran 800.000 suicidios al año.
"El suicidio es un importante problema de salud pública con consecuencias sociales, emocionales y económicas de amplio alcance", señaló la guía denominada "Prevención del Suicidio: un recurso para los profesionales de los medios de comunicación" que trabajan en "medios impresos, radiales, televisivos o en línea".
Se estima que cada suicidio afecta directamente al menos a seis personas.
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La OMS recomienda "suministrar información exacta acerca de dónde buscar ayuda" y "educar al público acerca de los datos sobre el suicidio y la prevención del suicidio, sin difundir mitos".
También "tener mucho cuidado al informar sobre suicidios de celebridades" si no "se conoce la causa de su muerte".
Además, tener "cuidado al entrevistar a familiares o amigos que estén atravesando un duelo" porque "esas personas son especialmente vulnerables al suicidio o a la autoagresión mientras atraviesan" el duelo.
En tanto, no se debe "destacar ni repetir innecesariamente las noticias sobre suicidios", no "utilizar un lenguaje que sea sensacionalista", ni "usar fotografías, material de video ni enlaces a redes sociales" sin "permiso explícito previo de los familiares".
"Es preferible informar sobre un ‘aumento de las tasas de suicidio' antes que declarar una ‘epidemia de suicidios'", indica, y añade: "El uso fuera de contexto de la palabra ‘suicidio' -por ejemplo ‘suicidio político'- puede desensibilizar al público acerca de su gravedad".
Según la guía, "algunas personas vulnerables corren el riesgo de imitar comportamientos suicidas si los medios dan a éstos una cobertura extensa, destacada, sensacionalista al describir explícitamente los métodos utilizados para suicidarse".
Las notas de los medios sobre suicidios siempre deben incluir información acerca de dónde buscar ayuda, preferentemente de servicios reconocidos de prevención que estén disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana.
Sobre las repercusiones en los comportamientos suicidas, el texto afirma que las notas periodísticas son un factor de riesgo de comportamiento suicida, y "las publicaciones sobre casos de suicidio pueden dar lugar a ulteriores comportamientos suicidas".
Agrega que "la cobertura repetida de noticias de gran impacto se asocia más firmemente con comportamientos de imitación" y que el riesgo es mucho mayor "si el lector o el televidente se identifica con ese suicida".
Recomienda no facilitar detalles acerca del sitio ni la ubicación donde hayan ocurrido el suicidio como por ejemplo un puente, un edificio alto o un acantilado.
Los profesionales de los medios deben buscar asesoramiento de expertos locales en prevención del suicidio cuando preparen notas sobre ese tema.
En cuanto a medios digitales, "es importante evitar los hipervínculos con material suicida en las redes sociales" y no deben utilizar videos ni audios.
Sobre disparos masivos y ataques terroristas, algunos datos indican que las notas sensacionalistas acerca de matanzas pueden desencadenar acciones aún más homicidas.
Si el evento incluye el suicidio, no se lo debe describir como un ataque o bombardeo suicida, sino como "bombardeos homicidas" o "matanzas masivas".
Según el Ministerio de Salud, en el período 1997-2011 la evolución de la tasa de mortalidad por suicidio calculada por 100.000 habitantes se mantuvo relativamente estable.
En 1997, la tasa fue de 6,3, mientras el pico más alto se presentó en el 2003 con 8,7 -posiblemente a consecuencia de la grave crisis económica y social de 2001/2002- y en 2011 descendió a 7,3, según datos suministrados por la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones con base en los registros de defunciones por causas externas consolidados por la Dirección de Estadística e Información en Salud (DEIS) de la cartera sanitaria.
La OMS presenta como mitos las siguientes aseveraciones: hablar de suicidio es una mala idea y puede interpretarse como estímulo; quienes hablan de suicidio no tienen la intención de pasar al acto; el suicida está decidido a morir; la mayoría de los suicidios suceden repentinamente, sin advertencia previa o solo las personas con trastornos mentales son suicidas, entre otros.
Por su parte, el Ministerio de Salud señala que para prevenirlo hay que reconocer los signos de alerta como el aislamiento, la persistencia de ideas negativas, dificultad para comer, dormir o trabajar, desesperanza y repentino cambio de conducta.