Maduro aseguró que Milei gastó una fortuna de los fondos públicos para atacarlo en redes sociales

El presidente venezolano lanzó una insólita acusación contra el gobierno argentino debido a los ataques que recibe en redes sociales.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó a Javier Milei de gastar 100 millones de dólares de los fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia (SIDE) para financiar granjas de trolls con el objetivo de desestabilizar su gobierno. 

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La denuncia se produjo en un contexto de creciente presión internacional tras las denuncias de fraude en las elecciones presidenciales recientes en Venezuela.

Durante una cadena nacional, Maduro afirmó que Venezuela enfrenta un "ataque cibernético brutal" contra más de 106 sitios web del país y señaló que detectó granjas de bots operando desde México, España y Argentina. Según el mandatario, Milei habría utilizado técnicas similares durante su campaña electoral en 2023, empleando "20 mil teléfonos" con hasta "100 cuentas por teléfono" para crear una falsa percepción de apoyo en las redes sociales.

Maduro aseguró que esta operación implicaba la compra de influencia en las redes sociales, afirmando que Milei "compró a todos los influencers importantes de Argentina y varios del exterior". Acompañado por altos funcionarios como Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, el líder chavista denunció que el gobierno argentino, a través de la SIDE, habría desviado 100 millones de dólares del presupuesto público para financiar estos ataques cibernéticos contra el gobierno bolivariano.

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En medio de estas acusaciones, Maduro enfrenta una creciente presión diplomática. El presidente brasileño, Lula Da Silva, y la Organización de Estados Americanos (OEA) exigieron que se respeten los derechos humanos en Venezuela y que se publiquen las actas de las elecciones del 28 de julio. Lula, en particular, describió al régimen venezolano como "muy desagradable" y con un "sesgo autoritario", aunque evitó calificarlo como una dictadura.

La crisis en Venezuela generó propuestas de solución, como la formación de un gobierno de coalición que incluya a la oposición o la celebración de nuevas elecciones, respaldadas por Brasil, Colombia y México. 

Sin embargo, la comunidad internacional, incluyendo organismos como la ONU y el Centro Carter, han señalado que las elecciones venezolanas no cumplieron con los estándares internacionales de integridad electoral, por lo que no pueden considerarse democráticas.

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