El papa Francisco pasó una "una noche tranquila" y envió un mensaje de esperanza desde el hospital
El papa Francisco pasó "una noche tranquila", según informaron desde el Vaticano y preparó un mensaje que fue leído en el Ángelus de este domingo en la Plaza San Pedro: "Sigo con confianza mi hospitalización".
El informe médico de las últimas horas fue más alentador que el del sábado, cuando se habló de una crisis respiratoria y de un estado "crítico", según informó Noticias Argentinas.
Qué es la sepsis, la condición médica que podría complicar aún más la salud del papa Francisco
"Estoy continuando con confianza mi hospitalización en el Hospital Gemelli, siguiendo el tratamiento necesario - ¡y el descanso también es parte de la terapia!", indicó el Sumo Pontífice.
Pasadas las 8, informaron que Francisco "pasó una noche tranquila y ha descansado". El Papa está con vías nasales para oxígeno de alto flujo, "no está sedado y nunca lo estuvo", señalaron.
Asimismo, según informó La Nación, el jefe de la Iglesia Católica se levantó y se sentó en un sillón y se alimenta en forma normal. Alrededor de las 15 de la Argentina se espera un nuevo parte médico, que incluiría los resultados de los diversos exámenes clínicos a los que fue sometido.
Preocupación por la salud del Papa
En las últimas horas se encendieron las alarmas cuando se dio a conocer que el Papa Francisco pasó de una bronquitis a una neumonía bilateral. Además, su diagnóstico pasó a ser reservado después de haber presentado una crisis respiratoria asmática durante la mañana del sábado.
Preocupación total: el Papa sufrió una crisis respiratoria y está en estado crítico
"Las condiciones del Santo Padre siguen siendo críticas, por lo que, como se explicó ayer (viernes), el Papa no está fuera de peligro", había indicado el parte del sábado.
Sumado a eso, también se conoció que "los análisis de sangre de este sábado también evidenciaron trombocitopenia, asociada a anemia, que requirió la administración de transfusiones de sangre", según agregaron los médicos.
A pesar del estado crítico, el Papa, de 88 años, exteriorizó su optimismo y predisposición para seguir adelante con su recuperación, a nueve días de su internación.
