El efecto Benjamin Button que logró un neurobiólogo tras superar una fuerte adicción
Brian Pennie es un nuerobiólogo irlandés de 42 años que a los 14 años probó por primera vez la heroína y a los 20 ya se había transformado en un verdadero adicto.
Ese estilo de vida autodestructivo continuó hasta la edad de 35 años y hasta que una noche, la cual Pennie recuerda como la más dolorosa de su vida, sintió que estaba obligado a cambiar que debería cambiar totalmente de rumbo. Entre ellos intentar superar su adicción a la droga, algo que efectivamente logró tiempo después gracias a importantes cambios en sus hábitos cotidianos y a la decisión de iniciar la carrera de neurobología.
Lo cierto es que este cambio de vida no solo repercutió positivamente en su salud física, sino que además, tras someterse a diversos estudios con escáneres cerebrales y a un medidor de edad cerebral, el neurobiólogo descubrió que había conseguido rejuvenecer su edad cerebral en al menos unos 10 años, según afirma en un artículo publicado en Medium.
Imágenes comparativas del cerebro de Pennie cinco años después de haber adoptado hábitos de vida más saludables.
"Nuestros cerebros son maleables, como la plastilina, y nuestras experiencias determinan su forma. Este proceso se compara mejor con el ejercicio físico. Por ejemplo, 30 repeticiones de levantamiento de pesas no agrandarán los músculos, pero 30 repeticiones al día durante un año sí que lo harán. Lo mismo pasa con el cerebro y, con el tiempo, su forma cambiará", explica.
El ahora neurobiólogo e investigador, sostiene que es mejor reorientar la vida hacia lo positivo y evitar las sensaciones o emociones negativas como la ansiedad, la ira o las dudas empeoran el cerebro.
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Pero cómo qué fue realmente lo que hizo Pennie para llevar adelante este cambio de vida. Según su testimonio la meditación fue de gran ayuda para poder superar su ansiedad y controlar las emociones. El sueño fue otro elemento importante, pues comenzó a arreglar su rutina para dormir al menos 7 horas diarias. No menos importante, recomienda dejar o reducir el consumo de alcohol, como también, el de otras sustancias nocivas que producen neurotoxicidad y pueden provocar ansiedad.
"Varias investigaciones muestran que una práctica regular de conciencia plena debilita la capacidad de la amígdala de secuestrar las emociones. En segundo lugar, las conexiones entre la amígdala y las partes de la corteza asociadas con el miedo se debilitan, mientras que las conexiones asociadas con funciones cerebrales de orden superior, es decir, el autoconocimiento, se fortalecen".
En cuanto a la calidad del sueño, Pennie se apoyó en un estudio de Nick Wignall, un experto en la materia, que recomienda no acostarse antes de tener sueño ni quedarse en la cama cuando uno se despierta en mitad de la noche y no puede volver a dormir, pues esto puede provocar ansiedad relacionada con la cama.
