#hiperrecontrasuper conectadosalinfinitoymasalla (y el chancho)

“Te avisé… ¿No leíste el grupo?”. “Todos estaban al tanto… Yo lo mandé al grupo”. “Sos un amargo, nunca participás, ¿tenés algún problema con nosotros?”. Pequeñas escenas de la vida deliciosa. Por WhatsApp. ¿Cuántos grupos tenés en el teléfono? La mayoría usa esto no sólo en su vida privada con sus familiares y amigos, también […]


“Te avisé… ¿No leíste el grupo?”. “Todos estaban al tanto… Yo lo mandé al grupo”. “Sos un amargo, nunca participás, ¿tenés algún problema con nosotros?”. Pequeñas escenas de la vida deliciosa. Por WhatsApp.


¿Cuántos grupos tenés en el teléfono? La mayoría usa esto no sólo en su vida privada con sus familiares y amigos, también para la escuela, el trabajo, grupos de padres, del deporte de los chicos, los amigos no tan amigos, de los ex compañeros de colegio, de los ex compañeros de trabajo... Un reciente estudio hecho por expertos en psicología, relaciones personales y coaching laboral (cómo le gusta a la gente eso del coaching) realizado por la Universidad de Kent State de Ohio, publicado en la revista “Computers in Human Behavior”, y retomado por el periódico Excelsior, ha descubierto que estos grupos en WhatsApp derivan en una carga excesiva de estrés. Además, pueden potenciar los deseos de control de algunas personas al esperar que los miembros del grupo estén revisando su teléfono todo el tiempo y respondiendo los mensajes.


Para trabajar con un segmento definido, los expertos dieron seguimiento a 500 estudiantes, midieron los niveles de satisfacción y ansiedad, así como las notas académicas que obtenían durante el experimento. La conclusión a la que se llegó es que “el uso constante de un teléfono inteligente y de sus servicios de mensajería influyen de forma negativa en los estudiantes. La constante fue la siguiente: Quienes usaban estas aplicaciones con más frecuencia tenían más ansiedad, poca satisfacción y notas más bajas, a diferencia de quienes usaban menos su celular”.


“Resulta que estoy de novia hace ya casi un año con un pibe que tiene un grupo de amigos muy cercano, tenemos medio todos la misma edad. Cuestión que todos están de novios, y la novia de uno armó un grupo de WhatsApp en donde estamos todas las novias. La excusa fue que ellos se fueron todos juntos a una despedida de soltero en Cancún, y así como para ir contándonos lo que sabíamos, si habían llegado bien, etcétera, pero después quedó. A mí no me cerraba mucho pero no quise ser amarga así que la seguí, incluso una vez armaron una juntada nosotras solas sin los chicos y fui. Pero ahora una de las chicas se separó, y no sabemos muy bien qué hacer. Bajarla del grupo suena medio violento, pero también pasa que nos estamos reprimiendo mucho porque no queremos hablar de salidas grupales a las que vaya a venir él...a la vez a mí ella me cae bien, no sé si para ser amiga pero tal vez para charlar cada tanto sí, para verla alguna vez en un bar. En fin, ¿qué deberíamos hacer?” pregunta una curiosa, respecto de su problema existencial con la red, en la sección “Modales de bolsillo” del porteño Diario La Nación. “Es el teorema de WhatsApp: por cada grupo existe al menos un número N de grupos paralelos (con N mayor a 0) cuyos miembros son los mismos que los del primer grupo salvo por un N (también mayor a 0) de personas excluidas”. Para muestra, esta botoneada.


También puede generar un conflicto de tintes de diplomáticos (como ocurrió en enero pasado). “Último momento: los diputados Guillermo Carmona (kirchnerista mendocino) y Alicia Castro dirigieron una carta a Mark Zuckerberg, presidente de Facebook, para reclamar que saque ‘las banderas ilegítimas’ de las Islas Malvinas de WhatsApp. Solicitaron que se quite del servicio de mensajería las banderas británicas de las Islas Malvinas y de las Islas Georgias y Sandwich del Sur, denominadas por los británicos Falkland Islands y South Georgias and South Sandwich Islands”.


Siempre hay un lado positivo. El WhatsApp también sirve para actualizar las vinculaciones importantes. Por ejemplo, a mediados de mayo, el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires incorporó una línea de WhatsApp (15-70377037) para facilitar la comunicación con los jóvenes y así mejorar la prevención de situaciones de violencia. Y más acá en el tiempo y el espacio, la nueva Ley de Seguridad Vial que propone el Gobierno de Mendoza, establece la posibilidad de efectuar notificación electrónica (virtual) que incluye hasta la opción de WhatsApp como herramienta de comunicación hacia los usuarios.


Son herramientas, y todo depende para que se usen… La culpa no es del chancho.


 


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