El jurado determinó que Gil Pereg es culpable de matar a su madre y a su tía
Nicolás Gil Pereg fue hallado culpable por el doble crimen de su madre Pyrhia Saroussy (63) y su tía Lily Pereg (54), ocurrido a comienzos de 2019 en Guaymallén.
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Así lo determinió el jurado popular integrado por 12 mendocinos tras una deliberación de no más de tres horas.
De esa forma, la jueza Laura Guajardo condenará al "hombre gato" a prisión perpetua por los delitos de homicidio agravado por el vínculo y homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Es en ese marco que posiblemente se ordente su traslado a la penitenciaría.
Los "jueces" que intervinieron en el proceso descartaron cualquier tipo de atenuación para el imputado, tanto por su supuesta inimputabilidad como así también una baja en la pena con respecto al asesinato de su madre, teniendo en cuenta los testimonios que afirmaban que Gil Pereg mantenía relaciones con la progenitora y eso habría desencadenado en su cuadro de paranoia.
De esta forma terminó el juicio que se inició formalmente el lunes 25 de setiembre con la selección de personal y que tuvo seis jornadas de testimonios.
El caso
La desaparición y posterior asesinato de las ciudadanas israelíes ocurrió en enero del 2019, provocando una fuerte conmoción en la provincia, como así también en distintos puntos de la Argentina.
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Las pruebas que constan en la causa indican que Pirhya Saroussy, madre del imputado, llegó al país por el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el 11 de enero del 2019 a las 8.18. Horas después ya estaba en Mendoza. Lily Pereg hizo lo suyo el mismo día a las 10.10, hora en la que pisó por primera vez la provincia.
Un día después, el ahora imputado denunció la desaparición de ambas, provocando una intensa búsqueda que duró casi 15 días.
El viernes 25 de enero, tras un trabajo de perros adiestrados en la casa del sospechoso, sobre Julio Argentino Roca al 6000 de Buena Nueva, Guaymallén, la fiscal Claudia Ríos ordenó la detención de Gil Pereg.
Un día después, los peritos hallaron los cuerpos enterrados a dos metros de profundidad, en el fondo de la vivienda mencionada.
Las pericias demostraron que la madre del imputado fue estrangulada y asesinada a golpes, en tanto que la tía fue ultimada a balazos con un revólver calibre 38.
