Clubes parados: qué pasará con la Liga y cuándo vuelven los partidos de fútbol en Mendoza
El escándalo por la suspensión de la afiliación de la Liga Mendocina continúa y si bien en las últimas horas reinó el desconcierto, los propios dirigentes, únicos culpables de lo sucedido, avanzan en una solución que permita celebrar elecciones y volver a jugar al fútbol en la provincia.
Escándalo y vergüenza: qué fue lo que pasó en la Liga Mendocina de Fútbol
La inoperancia, los intereses personales a lo largo de los años y la disputa del poder masacraron al fútbol de Mendoza, que tocó fondo (¿tocó fondo?) con la suspensión de la afiliación por parte del Consejo Federal, el cual desconoció la famosa Asamblea General para elegir presidente y anticipó gravísimas consecuencias.
El panorama del fin de semana fue tan lamentable como lo sucedido ese martes por la noche a fines de marzo. Clubes desolados, vacíos, sin actividades y una pregunta recurrente en el seno del fútbol mendocino: "¿cuándo volvemos a la cancha?".
Los primeros coletazos se vieron apenas un puñado de días después: el fútbol de Primera, el femenino y las inferiores debieron frenar con sus torneos hasta tanto la situación se resuelva. Y los popes esta vez se pusieron a laburar: en las próximas horas habrá Asamblea Extraordinaria donde se unificará el estatuto avalado por la DPJ en 2018 y desconocido por el Consejo Federal.
¿Qué beneficios trae esto? Que se levanta la suspensión de afiliación, por ende la Liga Mendocina de Fútbol vuelve a ser reconocida por AFA y -principalmente- la pelota vuelve a rodar los fines de semana. Una vez cumplido ese objetivo, se convocará nuevamente a una Asamblea General donde se elegirán autoridades: ahora Omar Sperdutti podrá participar.
"Te cagaste en la AFA", le gritó el opositor Sperdutti, actual presidente de Maipú, a Fernando Carrera, candidato por el oficialismo, anticipando lo que iba a pasar horas más tarde. Todos sabían que Sperdutti no podría ser electo presidente si el estatuto no lo permitía, pero todos también eran conscientes de que desde calle Viamonte iba a llegar un fuerte tirón de orejas. Y que miles de pibes y pibas iban a tener un fin de semana sin fútbol. Les importó poco.
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