Un ídolo del Tomba confesó que pensó en quitarse la vida
El domingo pasado no fue un días más en la vida de Alejandro Abaurre. El técnico de Huracán Las Heras visitó a Olimpo, su ex equipo, por la 23ª fecha del Federal A. La visita a Bahía Blanca removió en el "Cachorro" recuerdos de los que fueron sus peores días cuando tuvo que abandonar la ciudad en medio de acusaciones gravísimas.
El video de la demolición del Gambarte que estremece a los hinchas de Godoy Cruz
Por aquellos días, Abaurre dio un paso al costado en la conducción técnica de Olimpo acusando "motivos personales" mientras en un programa de televisión local lo acusaron de pedirle favores sexuales a los jugadores a cambio de concederles un lugar en el equipo. La denuncia ni siquiera fue realizada.
El ex delantero del Tomba contó su versión de los hechos en el diario La Nueva de Bahía Blanca. "En el fútbol muchas veces se utilizan mensajes de aceptación popular para tapar o esconder la verdad. Mi relación no terminó bien con el preparador físico y se había formado una comunión entre él y un grupo de futbolistas que, de alguna manera, me hicieron la vida imposible. Había pasado una pandemia, los lazos entre ellos se habían fortalecido y como la tensión aumentaba cada vez más, decidí dejar el cargo", relató.
"Me hizo mucho daño en lo personal. Me culparon de hechos gravísimos que me llevaron a una profunda depresión, a tal punto que pensé en suicidarme en los días posteriores a irme de Olimpo. Estuve con tratamiento psiquiátrico, no le encontraba sentido a la vida... Una persona de bien, como considero que soy, no se merece que lo ensucien como lo hicieron, sin pruebas y sin denuncias en la justicia. Hubo muchos comentarios en mi contra y algunos medios armaron noticias de trascendidos; que te acusen de violador o de abusador de menores es una condena social que te parte al medio, a partir de eso se me hizo casi imposible vivir y ser el que siempre fui", se sinceró el DT.
A qué hora juega la Lepra esta noche, cómo ver el partido y por qué necesita tanto una victoria
"Si yo sigo con vida es gracias a mi hijo, quien no quiso que me vuelva solo a Mendoza manejando el auto. Los otros integrantes de la familia, que estaban en Bahía Blanca conmigo, se habían vuelto en micro, y yo ya tenía pensado que el momento de quitarme la vida era cuando me iba a quedar solo", confesó.