El pesado motivo detrás de la invasión de barras en el partido de la Lepra

Reviviendo lo que dolorosamente se volvió una "costumbre" en Mendoza, los supuestos hinchas volvieron a ser el centro de atención en un partido de fútbol. 

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Al igual que lo ocurrido semanas atrás en el Malvinas Argentinas, en el partido entre Godoy Cruz y San Lorenzo, el estadio de Independiente Rivadavia volvió a reflejar la delicada situación que se vive en la provincia con el tema barras bravas. 

El pasado jueves, la Lepra abrió su nueva temporada en primera división ante Gimnasia y Esgrima La Plata. En su cancha, el Azul del Parque se volvió a presentar en el torneo doméstico con la flamante presencia de sus refuerzos. Con ese panorama, se esperaba una auténtica fiesta en el famoso "regreso a casa". Sin embargo, los mismos de siempre volvieron a opacar la jornada que prometía ser de alegría y celebración. 

Ganando por 1 a 0 ante el Lobo, y ya en el complemento, un minúsculo grupo de barras trepó el alambrado y bajó al campo de juego, obligando al árbitro Fernando Echenique a detener el partido. Todo esto provocó al hincha genuino de la Lepra y generó un clima hostil en el estadio del Parque General San Martín mientras algunos menores y otros encapuchados "festejaban" el haber invadido el campo de juego por unos minutos.

 Video: así fue la invasión de los hinchas de Independiente Rivadavia en el campo de juego

Por otro lado, sorprendió la pasividad de los efectivos de la Policía que se encontraban en el lugar, ya que los barras, tras su pequeño show, volvieron a trepar el alambrado y regresaron a sus lugares en la popular Sur. 

En ese sentido, y con la espuma un poco más baja, se filtró que la invasión fue una supuesta maniobra de los barras para presionar a Daniel Vila, presidente del club, y a los dirigentes para recibir más entradas.