Después de la reunión entre Riquelme y Conmebol, confirmaron dónde será la final de la Libertadores
A falta de 17 días para la tan esperada final de la Copa CONMEBOL Libertadores entre Boca Juniors y Fluminense, que se celebraría en el icónico estadio Maracaná de Brasil, surgió ha surgido una noticia que podría haber alterado los planes iniciales.
Langoni volvió a jugar en Boca pero las alarmas se volvieron a encender
La posibilidad de cambiar la sede del partido se hizo pública, generando incertidumbre en los aficionados.
El diario brasileño Jornal o Globo reveló una disputa entre los clubes Flamengo y Fluminense por el derecho de uso del estadio Maracaná. El Flamengo propuso jugar su partido contra el Bragantino el viernes 28 de octubre, ocho días antes de la final de la Libertadores, y buscó un mayor beneficio económico, incluyendo una mayor cantidad de entradas a su favor.
A pesar de que ambos clubes de Río son copropietarios del estadio Maracaná, el Flamengo asume los costos de la concesión y, por lo tanto, busca una parte de los ingresos por la venta de boletos.
Sin embargo, después de horas de incertidumbre, se llevó a cabo una reunión en la que participaron representantes de Fluminense, Boca Juniors, la Confederación Brasileña de Fútbol y la AFA.
En dicha reunión, la CONMEBOL decidió que la final de la Copa Libertadores se jugará en el Maracaná como estaba originalmente planeado, el sábado 4 de noviembre a las 17:00.
Un inédito cambio pone en peligro la final de la Libertadores entre Boca y Fluminense
Además, se acordó que la CBF negociará con el Flamengo una alternativa para su partido contra el Bragantino en el Campeonato Brasileño, programado para el 28 de octubre.
Por otro lado, la CONMEBOL desea que el estadio Maracaná no se utilice en las dos semanas previas a la final para asegurar que se encuentre en las mejores condiciones posibles.