Con estos goles, el Lobo y la Lepra avanzaron a cuartos del Reducido y chocarán entre sí
Poniendo la primera marcha en su camino por el Reducido, Gimnasia y Esgrima, al igual que Independiente Rivadavia, debieron decir presente en sus encuentros correspondientes a los octavos de final de este certamen que deparará qué equipo acompaña a Belgrano de Córdoba en la próxima Primera División del Fútbol Argentino.
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Ante esto, el que abrió la jornada fue el Lobo mendocino. En el Víctor Antonio Legrotaglie, el Mensana recibió a Deportivo Morón. Al ser local, los dirigidos por Luca Marcogiuseppe contaban con la ventaja deportiva que, en caso de igualdad en los 90 minutos, pasaban ellos y no el visitante. Este beneficio se lo ganó por haber quedado mejor posicionado en la tabla final que el Gallo.
Sin embargo, pese a contar con este plus, el primer golpe lo dio Morón a los 12' de la primera etapa, con Tobías Zárate como protagonista. El delantero agarró un rebote en el área y la mandó a guardar.
La respuesta del Lobo tardó en llegar, pero fue en un momento clave: sobre el cierre. Cuando el cronómetro marcaba los 42', una mano en el área de la visita sirvió para que Leandro Ciccolini iguale las cosas desde la vía del punto penal.
Ya sin emociones en el complemento, el empate sirvió para que todo el pueblo Mensana festeje y vea como su equipo avanzó a cuartos de final del Reducido y mantenga las ilusiones de ascenso intactas.
El otro que también jugó este domingo, pero en condición de visitante, fue Independiente Rivadavia. La Lepra, por haber quedado por debajo de Almagro en la tabla final de la Primera Nacional, debió viajar a la casa del Tricolor y jugarse una dura parada en octavos de final.
Para males peores, en el estadio Tres de Febrero, el Azul del Parque vivió un auténtico todo o nada en un cruce definitorio y eliminatorio ante un equipo que contó con la presencia de algunos ex jugadores del mendocino, caso Cristian Aracena y Nicolás Dematei, ambos disputaron los últimos Reducidos en la institución del Parque.
En cuanto a lo deportivo, el local pegó primero, con un gol de su delantero estrella, Nicolás Servetto. El capitán encontró una pelota muerta en el segundo palo y la empujó para vencer la humanidad de Jorge De Olivera, pero pocos minutos más tarde Sebastián Navarro, de cabeza, igualó el asunto.
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Con este tanto de rápida respuesta, Gabriel Gómez vio por dónde podían lastimar sus jugadores al local y les dijo textualmente que hicieran lo mismo. Sus dirigidos, tomando todo al pie de la letra, repitieron la jugada que les sirvió para dar vuelta el resultado cuando el árbitro estaba por señalar el final de la primera etapa.
El primer tanto llegó con una asistencia desde la banda izquierda por parte de Pablo Palacio y con golpe de cabeza de Navarro; el segundo tuvo al mismo asistidor, pero diferente goleador, ya que fue ahí cuando aparecieron los más de dos metros de altura de Matías Quiroga para dar vuelta el resultado.
En el complemento no se vivieron emociones de calibre, salvo cuando el árbitro Pablo Giménez levantó su mano derecha y sonó el silbatazo final que decretó que Independiente Rivadavia había superado una muy áspera parada y que su sueño de Primera División aún está latente.
Ahora la frutilla del postre: Gimnasia y Esgrima e Independiente Rivadavia deberán jugar entre sí para saber quién de los dos pasará a las semifinales del Reducido, en lo que será un duelo histórico para el fútbol de Mendoza.