Las 5 posiciones sexuales que te aseguran el orgasmo femenino
Hay mujeres que alcanzan el orgasmo mediante estimulaciones previas a la penetración, mientras que otras llegan cuando están en pleno coito. Pero lo cierto es que hay otro grupo de féminas a las que les cuesta alcanzar el orgasmo.
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Quizá por falta de práctica, o de experiencia, o por timidez, pero no poder tener un orgasmo es un tema a tratar. Probar posiciones nuevas podría ser una innovación en la vida sexual femenina con óptimos resultados. Expertos aseguran que hay 5 posiciones que garantizan el orgasmo femenino.
La mecedora
En esta posición, la mujer se coloca encima de su pareja, que se encuentra sentado. Al estar arriba de él, ella controla la velocidad de la penetración y la inclinación del pene durante el acto.
Ella rodea la cintura del hombre con sus piernas y se mueve arriba y abajo. Él puede ayudarla posicionando las manos en su cadera o cintura o puede inclinarse hacia atrás para dejar libertad al quehacer de la mujer.
Misionero clitoriano
El clásico misionero, pero reinventado con la estimulación del clítoris. Ella se tumba boca arriba, y él se sitúa encima. Mientras la penetra, ella puede estimularse el clítoris y controlar asimismo el ritmo de la penetración con su movimiento de caderas.
Amazona inclinada
El hombre se tumba boca arriba con las piernas estiradas y ella se sienta arriba de él. Durante la penetración, ella se inclina hacia atrás, facilitando el acceso de él a su clítoris. Además de que la combinación entre masturbación ajena y penetración es sumamente placentera, con esta postura el pene incide directamente en la pared vaginal, lo que magnifica su placer y, por tanto, la llegada del clímax.
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La silla
Ella puede sentarse de cara o de espaldas al hombre. El clítoris puede ser estimulado por cualquiera de los dos. Es recomendable que la altura de la silla sea adecuada para ella, pues si no, estará incómoda y no podrá concentrarse en su misión: acabar el coito con el pene dentro.
Alineación coital
Es como el misionero, pero modificado. Es muy buena porque se estimula el clítoris con el roce de la pelvis de él, por lo que no hace falta hacerlo de forma manual. En esta postura, ella tiene las piernas juntas y él separadas. Aunque aquí el hombre apenas puede introducir el pene unos 2,5 centímetros, el placer que experimentarán ambos será muy satisfactorio.