Horror: a una chica de 18 años la torturaron en patota y le metieron un destornillador por la nariz
Un aberrante hecho se dio en el partido bonaerense de Morón, donde una chica denunció que sufrió un infierno total tras ser atacada por una patota. Explicó que la torturaron y le metieron un destornillador por la nariz.
Conmoción: mató a su hijo de 11 e hirió a su hija de 9 porque "un pájaro se lo pidió"
Se trata de Micaela Fernández, de 18 años, quien el lunes 30 de agosto vivió lo que jamás pensó que iba a vivir: un día de terror. Lo que creyó que sería otra jornada de rutina tras salir de la hamburguesería donde trabaja se convirtió en una pesadilla que jamás olvidará.
Había quedado en juntare con una amiga pero la chica jamás llegó. Mientras esperaba, escuchó que la empezaron a gritonear e insultar: no alcanzó a reaccionar que fue sorprendida por la espalda y en cuestión de segundos una patota de chicas comenzó a agredirla sin parar.
La joven explicó que le pegaron por todos lados y que le tironearon el pelo a más no poder, incluso hasta arrancarle parte del cabello.
Pero lo peor sucedió cuando una de las agresoras sacó "una especie de destornillador o cuchillo, no alcancé a ver bien", sostuvo, y se lo metieron por la nariz.
Esto le produjo una profunda herida y comenzó a sangrar sin parar. La joven quedó tirada en la calle y muy herida tras la paliza recibida. Explicó que por un momento no pudo respirar, ni moverse producto del shock.
Por suerte, volvió en sí pronto y logró regresar a su casa, que estaba apenas a un par de cuadras. En compañía de su madre se dirigió hasta una comisaría a hacer una denuncia luego de ser asistida en un centro médico.
La chica aseguró que con una de las agresoras tiene un problema de vieja data y que los episodios de violencia verbal ya se habían dado, pero nunca habían llegado a este extremo.
Como si fuese poco, el martes 31 la historia continuó: explicó que una de las golpeadoras, en compañía de su madre, se hicieron presentes en su casa y comenzaron a tirar piedras y amenazar a los gritos. Un patrullero del 911 retiró a las dos agresoras del lugar.