A un año del crimen de Báez Sosa, cómo es la situación de los rugbiers acusados de asesinato
El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa ocurrido el 18 de enero de 2020 -este lunes se cumplirá un año- se llevará a cabo este año, con ocho de los diez rugbiers sentados en el banquillo de los acusados por el ataque ocurrido ese sábado a la madrugada a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell.
El joven de 18 años, estudiante en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y dos amigos fueron golpeados por un grupo de adolescentes, presuntamente porque la víctima empujó sin querer a uno de ellos y le hizo derramar un vaso con bebida alcohólica en la camisa.
El crimen fue calificado como "homicidio doblemente agravado por su comisión con alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" y en noviembre pasado, luego de diez meses de investigación, la fiscal Verónica Zamboni presentó ante el juez David Mancinelli, a cargo del Juzgado de Garantías de Villa Gesell, la requisitoria de elevación a juicio contra los ocho imputados, jugadores de rugby en el club Náutico Arsenal Zárate.
Ellos son Máximo Pablo Thomsen (20 años), Ciro Pertossi (20), Enzo Comelli (20), Matías Franco Benicelli (21), Blas Cinalli (19), Ayrton Viollaz (21), Lucas Pertossi (21) y Luciano Pertossi (19).
Por su parte, Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi están libres pero involucrados en la causa, con un pedido de sobreseimiento por parte de la fiscal, quien consideró que no cuenta con las pruebas suficientes para demostrar que los acusados participaron de la agresión contra Báez Sosa, algo que definirá el magistrado cuando confirme la elevación a juicio.
De todas maneras, la querella presentará un pedido para incluir en el juicio a Milanesi, porque entienden que la actitud violenta que mostraba en los videos difundidos permite suponer que estuvo vinculado directamente a la agresión que derivó en la muerte de Fernando.
Luego de la feroz golpiza a la víctima, los rugbiers se sacaron una selfie en la que se los veía sonrientes y con los pulgares hacia arriba.
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Asimismo, fueron a desayunar a un local de comida rápida, y en el grupo de WhatsApp intercambiaban mensajes que decían, entre otras cosas, que Fernando "caducó", y festejaban diciendo "ganamos".