Bolsonaro volvió a romper la cuarentena y participó en una protesta masiva
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió hoy una vez más a ignorar las recomendaciones sanitarias de distanciamiento social en medio de la pandemia del coronavirus, que en el país ya se cobró más de 2.300 vidas, y participó de una de las varias manifestaciones que se realizaron a su favor en diferentes ciudades del país."Estoy aquí porque creo en ustedes. Ustedes están aquí porque creen en Brasil", manifestó el mandatario sobre una camioneta, en un repetitivo discurso en el que volvió a insistir sobre la lucha contra "la vieja política" y en el espíritu "patriótico" de los brasileños.Bolsonaro se pronunció en Brasilia ante centenas de simpatizantes que después de participar de una caravana de coches se congregaron en las afueras del Cuartel General del Ejército para manifestarse a favor de una intervención militar, encabezada por el mandatario, en los poderes Legislativo y Judicial.
Sin usar barbijo ni guantes, pero evitando un contacto físico directo, como ocurrió ayer durante otra manifestación a su favor frente al presidencial Palacio de Planalto, cuando bajó la rampa y saludó de mano a los simpatizantes, Bolsonaro no hizo nada por dispersar la aglomeración y, al contrario, incitó el tumulto, reportó la agencia de noticias EFE.El ultraderechista se pronunció ante simpatizantes que portaban carteles y gritaban consignas como "Intervención militar con Bolsonaro", "Fuera Maia" -en referencia al presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia- y hacían alusión al "AI-5", el sombrío decreto contra los derechos humanos en la dictadura (1964-1985).
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"Ahora está el pueblo en el poder y no queremos negociar nada", enfatizó el mandatario, quien reiteradamente ha ignorado las recomendaciones sanitarias para tomar cuidados durante la pandemia y al comienzo del brote llegó a calificar el coronavirus como una "gripecita" y un "resfriadito".Después, el jefe de Estado se mostró contrario a las cuarentenas obligatorias y horizontales impuestas por estados como el de San Pablo, el más poblado del país y que con 46 millones de habitantes concentra el 42% de las 2.388 muertes reportadas hasta el momento, y defendió un aislamiento vertical solo para la población en riesgo.