Twin Peaks: el regreso más esperado

Hace poco más de 26 años Estados Unidos hacía por primera vez la pregunta que tendría en vilo a millones de personas durante meses: “¿Quién mató a Laura Palmer?”.


ABC estrenó Twin Peaks el 8 de abril de 1990. El primer capítulo, que muestra la llegada del detective Dale Cooper a un remoto pueblito para investigar un asesinato, no da muchas pistas de lo que vendrá. Laura Palmer, una inocente joven a la que todos quieren, aparece asesinada, y poco a poco se va descubriendo que en Twin Peaks nada es lo que parece.


La serie se podría haber quedado en la clásica fórmula “pueblo chico, infierno grande”, pero su creador, el genial cineasta David Lynch, poco tiene que ver con lo clásico. A los pocos capítulos de comenzada, la trama ya se había desgranado en decenas de historias, algunas particularmente extrañas, y los personajes ya daban muestras de no tener nada de ordinario. El misterio principal tomó la suficiente fuerza como para ocupar el imaginario popular durante meses, hasta que ABC consiguió, a base de presiones, que Lynch diera una respuesta, lo que terminó por matar a la serie.


Un cuarto de siglo después, Twin Peaks mantiene su lugar entre las mejores series de la historia, y es considerada de culto por millones de personas. Las razones son varias. Lo principal fue que fue una de las primeras series en presentar una calidad y complejidad similar a las de una película. Lynch, que para ese momento ya había dirigido algunos de los hitos de su filmografía (Eraserhead, Wild at Heart y la inquietante Blue Velvet), y trasladó el lenguaje a la pantalla chica. El resultado fue sorprendente: una historia que llevó un misterio hasta las últimas consecuencias, con los extraños elementos que tanto le gustan a Lynch –nombramos algunos: un cuarto en otra dimensión, una mujer que trata a un leño como a su bebé, transformaciones, entes sobrenaturales, un pequeño hombre vestido de rojo que sólo habla para atrás, y un largo etc–.


Lo segundo es, aunque parezca extraño, la banda sonora. Lynch también trasladó de su labor en el cine al compositor Angelo Badalamenti. El uso de la música fue muy particular: los diferentes temas de la banda sonora –que se convirtió en un éxito de ventas en todo el mundo– marcan el tono de toda la serie. Desde la melancólica melodía que da inicio al programa, hasta la sugestiva melodía que suena cada vez que aparece Audrey Horne, la música se mezcla en la trama y forma parte de la historia, de una manera que nunca se había hecho antes, y que casi nunca se hizo después.


Finalmente, el elenco fue el otro gran acierto de Lynch. Muchos de los actores llevaron a cabo el papel que los definiría de por vida, y eso se nota en el producto final. Por más disparatada que sea la situación en la que se ven envueltos, nada parece forzado. Las transiciones entre humor y drama se resuelven sin problema, y hasta las escenas más ridículas mantienen la verosimilitud.


La serie fue cancelada tras dos temporadas, que fueron seguidas por una película que intentaba cerrar la historia. Para delirio de los fanáticos, el año pasado se anunció que se estaba planeando una tercera temporada, que promete finalizar la historia que empezó hace 26 años. Si bien no tiene fecha anunciada de estreno, se espera que llegue a la pantalla durante la segunda mitad del 2017.


Estreno

Designated Survivor


La nueva serie de la cadena ABC que estrenará Netflix presenta la situación de Tom Kirkman, secretario de Vivienda de EEUU, quien en el Estado de la Unión (ese momento donde el gobierno a pleno se reúne) le toca en lotería ser el “sobreviviente designado”, esto es, ser el mandatario de turno alejado de dicha reunión para que, en caso de tragedia, pueda hacerse cargo. Y la tragedia ocurre.


Kirkman –protagonizado nada menos que por Kiefer Sutherland, el mismo que era Jack Bauer hace 15 años–se ve de repente transformado en el presidente de los Estados Unidos de América.


Fecha de estreno: 6 de octubre


Canal: ABC