"Infuidos por el viento Zonda", Massacre tocó en Mendoza
"Influidos por el viento Zonda, esto es Massacre", anunció Walas, de borceguíes, pantalones cortos, poncho animal print y caso antiguo de motociclista. Eran las 2.30 del domingo y la espera se había hecho larga en el N8. Pero apareció Walas en el escenario y largó con el rock del futuro.Antes de la presentación de Massacre, hubo tiempo para disfrutar de la frescura de Usted Señálemelo, una de las bandas con más proyección en la escena local, y de la potencia conocida de Furia.Después, sí, Walas y compañía subieron para presentar parte de su flamante disco "Biblia Ovni" y repasar clásicos de todas las épocas. Como acostumbra, el líder de Massacre tiró sobre el escenario todo el carisma que lo hace único. Usó una galera, un sombrero de mosquetero, un casco, una careta de mujer, un bastón con el que bendijo al público, pistolas de juguetes y un muñeco bebé. Mientras elegía sus juguetes, Massacre dio una nueva muestra de su experiencia y solidez en vivo.Tocaron siete temas del nuevo disco, que todavía no es muy conocido por el público. Eso se notó, porque durante esas canciones el recital se pinchó un poco. Pero sólo un poco, porque después, cuando sonaron clásicos, el N8 vibró. Hubo momento para temones como "Te leo al revés", "La octava maravilla", "3 walls" y "Tanto amor", entre otros.También la banda tocó dos versiones tributo a Gustavo Cerati y Luis Alberto Spinetta. Así sonaron "La excepción" y "Ana no duerme".Después de un breve descanso, Walas volvió al escenario y le preguntó al público: "¿Hacemos unos temas más o no tiene nada que ver?". Y así llegó el cierre con "Mi mami no lo hará", "Plan B, anhelo de satisfacción" y una furiosa versión de "Rape me", de Nirvana.